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Kevin Johansen + Liniers: Acuarela de canciones

Kevin Johansen + Liniers: Acuarela de canciones
El cantante y el dibujante, entre ritmos, pinceles y diálogos ocurrentes, hicieron bailar, reír y cantar a un público que se entregó al son y al ambiente de fiesta que ofrecieron en el Teatro Gran Rex.
Ante una sala sin butacas vacías y con público que se quedó afuera, el cantante Kevin Johansen, The Nada y el dibujante Ricardo Liniers desplegaron, durante tres horas, un concierto donde el ambiente se transformó a cada instante en un collage de ritmos que hizo bailar, reír y cantar.

Apoyado en su banda, que muta y acompaña a Johansen al son de su repertorio, logra hacer de cada presentación un encuentro donde el lugar se transforma desde un fantástico bailable hasta un club de jazz.

Su partener, Liniers, con sus pinceles y crayones iba relatando en el papel las aventuras que el trovador Kevin le iba contando a los espectadores, así empezó la noche con "Road Movie", de su disco "Logo", para desembarcar en "la cumbiancha" "En mi cabeza" y seguir con "El Palomo", "No voy a ser yo" y "No seas insegura".

"Estábamos muy nerviosos porque hace un mes me avisaron que el pulpo Paul McCartney tocaba en River, el mismo día que nosotros cerrábamos la gira acá en el Rex, imagínense, un alegrón, pero hoy estamos acá y mañana vamos todos a verlo a él", proclamó mientras improvisaba los acordes de "Love me do".

Con "Fantasma de Carnaval" apareció Gustavo Cordera, el invitado, y para retribuirle el agradecimiento cantaron "La bomba loca", del ex Bersuit.

Pero en pleno apogeo bailable, el músico invitó al periodista deportivo Gonzalo Bonadeo, que estaba entre el público, para anunciar su casamiento y junto a su esposa bailó en el escenario al ritmo de Down with my baby.

Luego llegó el instante para "la come hombres" "Daisy, "Everything is" en dúo con su hija Miranda y "Timing" donde, ante la sorpresa de los guardias de seguridad, terminó recorriendo -micrófono en mano- todo el teatro junto a Liniers.

La celebración terminó bien arriba, con el público bailando en los pasillos o en donde hubiera lugar, con la seguidilla de "Logo", "Sur o no sur", "La falla de San Andrés", "Guacamole" y el clásico adiós con "Fin de fiesta".

Al final el pulpo Paul que tenía tan preocupado a Kevin Johansen fue una amenaza efímera que se dispersó cuando empezó a sonar los primeros ritmos de una noche donde, durante tres horas, el trovador y el dibujante ofreció una acuarela de canciones.

Luis Viviant
luisv@elcomercioonline.com.ar

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