El censo 2010 llega en momentos en que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), órgano central encargado del relevamiento, registra uno de los niveles de credibilidad más bajos de su historia, tras cambios e intervenciones del poder político en su estructura, trabajo diario y conducción, principalmente en los vinculados a inflación, crecimiento y pobreza.
Aunque mañana a las 8 se dará inicio formal a las tareas de los censistas, desde hace dos semanas comenzaron las tareas en las zonas más alejadas y complicadas del interior del país.
El Poder Ejecutivo Nacional dispuso por decreto la declaración de feriado nacional mientras se efectúe el relevamiento y prohibió toda actividad comercial, por lo que sólo habrá servicios esenciales en el ámbito público y privado.
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, afirmó que "están dadas todas las condiciones de seguridad" para llevar a cabo mañana el censo nacional, ya que colaborarán "todas las fuerzas" para que no se cometan delitos.
Por ello, dijo que "se va a encontrar la mayor colaboración de parte del pueblo argentino" pese a los resquemores que provocaría la presencia de desconocidos en los domicilios, ante la serie de delitos que se registran, especialmente en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
Randazzo dijo esperar que "se dé con total normalidad" el censo 2010, ya que trabajarán "todas las fuerzas de seguridad, la Gendarmería, la Prefectura, y las policías provinciales" para evitar el ingreso a las viviendas de personas que no tengan que ver con este relevamiento.
Al respecto, se confirmó que se destinará 50 mil efectivos de Policía Federal, Gendarmería y Prefectura para cumplir tareas de prevención en materia de seguridad y de apoyo logístico a los censistas.
"Es una jornada fundamental para el país", dijo el ministro de Justicia, Julio Alak, al explicar el despliegue de recursos federales destinados a la seguridad del Censo Nacional 2010.
Asimismo, todos los gobiernos del interior del país y la Capital Federal participaron tanto en la asignación de agentes de estadísticas locales para hacer el relevamiento, como de personal de seguridad para custodiar el proceso.
La coordinadora del Diseño Conceptual del Censo 2010, Roxana Cuevas, aseguró que el relevamiento "no tiene intención de ser cambiado" en sus resultados para beneficiar al Gobierno, sino que es "un instrumento metodológico para los futuros gobernantes de aquí a diez años".
Cuevas defendió la legitimidad de la encuesta a pesar de los cuestionamientos que existen hacia el INDEC, al sostener que "el resultado del censo se obtendrá por la respuesta de 40 millones de habitantes, y después no tiene uso de Gobierno y política".
"Simplemente es un instrumento metodológico de una política de Estado y no tiene intención de ser cambiado (los resultados del censo). No es para la política en lo inmediato, sino para los futuros gobiernos de aquí a diez años", remarcó.
