En tanto, el detenido Alan Gastón López, de 18 años, tuvo que ser derivado al Hospital San Martín de La Plata como consecuencia de complicaciones respiratorias y quemaduras.
Un tercer preso quedó internado en el Hospital Belgrano, de San Martín, donde Recalde llegó sin vida, mientras el cuarto interno, que estaba en otro sector, fue dado de alta y alojado en otra seccional.
En tanto, los tres policías de la comisaría que lograron apagar las llamas antes de que llegaran los bomberos quedaron hospitalizados con principio de asfixia.
Si bien en un primer momento se dijo que el fuego se inició como consecuencia de una pelea entre internos, el comisario mayor Mario Briceño, jefe de la Departamental San Martín, explicó que la victima mortal intentaba evitar su traslado, que se iba a hacer hoy mismo a la unidad de Marcos Paz.
Además, Briceño descartó que los presos se encontraran hacinados o en malas condiciones.
En 2005, en el habeas corpus preventivo presentado por el CELS, conocido como 'caso Verbitsky', la Corte Suprema de la Nación declaró ilegal el alojamiento de personas en comisarías e instó a la provincia a tomar medidas.
Todo comenzó a las 5.30 en el sector de calabozos de la comisaría octava de San Martín, en la calle 4 de Febrero 520 del barrio Villa Concepción, zona oeste del conurbano bonaerense.
La primera versión indicaba que uno de los detenidos inició la pelea, agredió a golpes a los otros tres internos que estaban en el calabozo y luego prendió fuego la ropa de cama y varios recipientes de plástico.
Al ser consultado por DyN, el comisario Briceño explicó: "No sabemos si hubo una pelea o no, pero uno de los cuatro detenidos de la comisaría, José Luis Recalde, sabía que hoy a la mañana venía gente a trasladarlo a Marcos Paz y ya le había dicho a sus compañeros y a sus familiares que no quería ir, así que a la noche se dedicó a provocar disturbios".
No obstante, dijo, "creemos que el fuego lo hicieron todos, porque si eran tres en la celda, y uno solo quería armar el fuego, los otros dos lo hubieran controlado".
Lo cierto es que, según Briceño, Recalde comenzó "a hacer fuego adentro del calabozo para abrir la celda para fugarse e inclusive lesionarse, pero lo hace con tanta mala suerte, que se le fue de las mano".
"Personal policial ingresó al calabozo con matafuegos pero había gran cantidad de humo y les costó controlarlo. Se trasladó a los presos
