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Declaran culpable al menor que asesino a Iannetta pero quedo en suspenso una hipotética condena

Un tribunal para menores de edad declaró hoy responsable pero aún no le impuso pena a un joven de 18 años que tenía 17 cuando participó del crimen de Mariano Iannetta, un estudiante universitario asesinado hace un año en el asalto a su casa de San Martín, donde también balearon y dejaron hemipléjico a su padre.
La decisión fue adoptada por el Tribunal de Responsabilidad Penal Juvenil 2 de San Martín, que dispuso diferir el tratamiento de la pena hasta que cumpla con el tratamiento tutelar asignado por la Justicia, de acuerdo a lo normado por la Ley Nacional de Menores 22.278.

Los jueces Bernardo Mogaburu, Gabriel Peñoñori y Eduardo Frato hallaron al imputado autor de los delitos de homicidio calificado críminis causa -matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad- (por el crimen de Iannetta), tentativa de homicidio críminis causa (por el ataque al padre) y robo calificado.

El fiscal del Fuero Penal Juvenil de San Martín Fabián Hualde había solicitado en su alegato del miércoles último que el tribunal condene al adolescente a prisión perpetua.

Tras conocerse el veredicto, el secretario del tribunal, Ramón Bogado, explicó a la prensa que los jueces deberán tratar la imposición de la pena cuando se den los requisitos del artículo 4to. de la Ley de Menores, que son no sólo la mayoría de edad del imputado sino también que cumpla un año bajo régimen tutelar.

"El menor ya cuenta con 18 años, pero falta que se cumpla el lapso temporal del tratamiento y la pena se conocerá en breve", dijo el secretario.

"Hay una pena en expectativa extremadamente gravosa para el imputado", dijo Bogado en referencia al pedido de perpetua del fiscal.


El secretario aclaró que por más que los jueces aún no le impusieron una pena, "el tribunal resolvió que el menor imputado se mantenga internado en el instituto cerrado dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires".

El joven también fue hallado responsable por un robo calificado con resistencia a la autoridad ocurrido el 3 de octubre de 2008, cuando junto a un cómplice asaltó un corralón de materiales de la calle Luna al 1800 del barrio San Andrés de San Martín y robó 65 pesos y tres celulares.

Este juicio terminó de igual manera que el caso de Santiago Urbani, el chico asesinado en 2009 en Tigre, donde el Tribunal de Responsabilidad Penal Juvenil 3 de San Isidro condenó a dos menores de edad pero difirió el tratamiento de la pena porque aún no cumplieron 18 años.

La diferencia es que en Iannetta el tribunal de San Martín dejó la misma carátula que pidió el fiscal, homicidio críminis causa, y en Urbani, los jueces de San Isidro le bajaron la carátula a homicidio en ocasión de robo, lo que provocó la indignación de las familia de la víctima.

Por el caso Iannetta, hay otro detenido, identificado como Maximiliano Adrián Santana (22), quien en el futuro será sometido a otro debate por un tribunal de mayores.

El crimen de Iannetta ocurrió el 26 de agosto del año pasado, alrededor de las 3 de la madrugada, cuando la víctima, que era empleado en la municipalidad de San Martín, estudiante de arquitectura, saxofonista en una banda de reggae y ex integrante de la selección argentina de natación, fue abordada por dos delincuentes en Junín y Sáenz Peña de Villa Concepción.

Iannetta circulaba por allí con su auto Renault Clío y los dos ladrones armados se subieron al vehículo, lo privaron de su libertad y lo llevaron a recorrer cajeros automáticos.

Si bien lo llevaron al cajero del banco Credicoop, en Estrada y Gutiérrez de Villa Maipú, y luego a un Banco Provincia, en Estrada y Saavedra de la misma localidad, no lograron extraer dinero.

Una de las pruebas clave es la grabación del video de seguridad del banco Credicoop donde se ve a Iannetta amenazado y con su rostro cubierto de sangre, producto de una golpiza a la que fue sometido por los delincuentes que lo mantenían cautivo.

Al no conseguir dinero en los cajeros, los asaltantes obligaron a su víctima a ir a su casa del barrio San Andrés de San Martín, en Sáenz Peña 2969, donde estaban su padre Sergio Carmelo Iannetta (50), su madre y su hermana de 20 años.

Una vez adentro, Iannetta llevó a los delincuentes a su cuarto y les entregó todos sus ahorros -una suma nunca determinada en dólares-, y en ese momento su padre escuchó ruidos, se despertó y al ver a los ladrones se resistió a golpes junto a su hijo.

Ambos fueron atacados a balazos con pistolas calibres 40 y 9 milímetros.

Iannetta hijo recibió dos disparos en el pecho y otros tres en las piernas y murió al llegar al hospital, mientras que su padre Sergio recibió otros tres tiros que le dañaron la médula.

Si bien sobrevivió, fuentes judiciales comentaron a Télam que Iannetta padre, quien tenía una inmobiliaria en Villa Ballester, quedó hemipléjico y nunca pudo recuperarse psicológicamente de la muerte de su hijo, razón por la que también recibe atención en un neuropsiquiátrico.

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