Aquella vez, Holanda se puso en ventaja al minuto de juego sin que ningún alemán tocara la pelota. Solo Uli Hoennes bajó a Cruyff y Johannes Neeskens marcó de penal. Pero Paul Breitner y el temible goleador Gerd Muller pusieron el 2-1 antes de que terminara el primer tiempo y los holandeses no pudieron quebrar el destino.
Cuatro años después Holanda, sin Cruyff ni su socio Wil Van Hanegem, llegó sin el fuego de Alemania, pero igualmente arribó a la final, aunque otra vez el dueño de casa, Argentina, le ganó 3-1 en un partido que se jugó en River Plate y necesitó de alargue de 30 minutos. Allí terminó de consagrarse Mario Kempes, con dos goles, mientras que Daniel Bertoni cerró la cuenta. Dick Nanninga había empatado en el epílogo del período reglamentario de 90 minutos y por poco Holanda no se lleva el título cuando un disparo de Rob Resembrink se estrelló en el palo.
Holanda, no obstante, parece un tanto menos que aquella Naranja Mecánica, pero logró algo que Cruyff y cía no alcanzaron, que fue haber ganado todos los partidos hasta aquí. España llega con su mejor equipo que se recuerde a una Copa del Mundo y por primera vez estará en un partido final por el título.
Si bien en Brasil 1950 España estuvo en una ronda final, ya que fue la única vez que cuatro equipos jugaron por el título todos contra todos, ya había quedado sin chance en el tramo decisivo.
Es que España empezó la fase final con un empate 2-2 ante Uruguay, perdió toda esperanza con una goleada en contra frente a Brasil por 6-1 y terminó su mundial en el cuarto puesto luego de caer en su último partido ante Suecia por 3-1.
Será Holanda, será España. El domingo antes de las 6 de la tarde argentina se sabrá qué país se suma a la acotada lista que integran Brasil, Italia, Alemania, Uruguay, Argentina, Inglaterra y Francia.
