Al ahondar sobre la posibilidad de alejarse del club en el caso de que no lleguen los jugadores que pidió, Cappa aclaró: "Es una consecuencia. River necesita renovar su plantel, si no lo hace será mucho más difícil poder lograr los objetivos. Es decir que será muy complicado ganar; y si yo no gano, me pasará como a cualquier entrenador, me terminaré yendo".
Sin embargo, fue el mismo Cappa quien tras la seguidilla de buenos resultados en la recta final del último torneo Clausura había manifestado que contaba con un plantel con muy buenos valores.
Consciente de las dificultades a las que River se enfrentará en la próxima temporada, con un flaco promedio que ubicará a su equipo en zona de Promoción y sólo por encima de los recién ascendidos, Cappa destacó que "River se encuentra en una situación apremiante".
"River debe sumar puntos para mantener la categoría. Algo que la gente no está acostumbrada. Por eso, yo debo contar con los jugadores para lograrlo", enfatizó el entrenador "millonario".
Convencido de que debe reforzar la columna vertebral del equipo, Cappa le pidió al presidente del club, Daniel Passarella, por el ex arquero de River Juan Pablo Carrizo, el zaguero de Huracán Paolo Goltz, el volante central Mario Bolatti y a David Trezeguet como centrodelantero, aunque ante las serias dificultades económicas que atraviesa la institución, estos nombres se emparentan más a un deseo casi utópico que a una posibilidad real.
Además, el ex entrenador del "Globo" reconoció su interés por Matías De Federico, a quien dirigió en el Huracán subcampeón del Clausura 2009: "Debe desprenderse del Corinthians, hay una negociación de por medio y espero que pueda darse".
Por su parte, Cappa señaló que mostró su preocupación ante Passarella sobre la continuidad del defensor Alexis Ferrero, quien reclama el pago de unos 700 dólares y hasta amenazó con irse del club, pero dijo que el "Kaiser" le respondió: "Quedáte tranquilo que no pasa nada".
