“1816 es el acto formal, subrayó, es el día en que anotamos al pibe, lo que ocurre es que se ha querido coincidir el Bicentenario de la gran mayoría de los países de Latinoamérica que nacieron a la vida independiente en 1810”.
También explicó que considerar la discusión de que si el Bicentenario es 1810-2010 o 1816-2016 es pura especulación política, “deberíamos remitirnos a la fecha, por la realidad es que sino se declaró un acta de la independencia en 1810 fue por especulación política porque en ese momento no se podía hacer otra cosa y se buscó la forma de aplazar el acto formal”.
Bevilacqua marcó que los argentinos no nacimos en 1810 sino que hay remontarse al siglo XVI, “nuestro país tiene una larga etapa de gestación, sería imposible de que en 1810 los argentinos descubriéramos de pronto que habíamos nacido, de la misma forma que uno naturalmente en su propia vida biológica en un momento empieza a reconocerse a sí mismo pero toda su niñez esta envuelta en una bruma”.
“En estos 200 años los argentinos cuando llega un extranjero no le preguntamos cómo esta su país sino cómo nos ve, estamos en una constante de que se nos diga cómo somos, los extranjeros nos ven diferentes, inclusive, cuando un argentino viaja al exterior todos lo reconocen como argentino, no lo confunden, ni siquiera con uno de nuestros hermanos de países limítrofes, nos ponen el sello”.
El profesor marcó que “lo que nos confunde es que siempre estamos buscando nuestra identidad, lo hacemos hasta en los tangos”. “Esto es un problema que debemos resolver, considero que hay que ser nada mas no preguntarse cómo se es, evitar los bandos y discutir los temas con amplitud porque no hay negros y blancos absolutos, sino gamas de colores”.
Luis Viviant
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