Según el, "sería un desastre económico si Grecia abandonara el euro y el país tendría que declararse oficialmente en quiebra. Si Grecia ha sido capaz de recuperarse de un déficit del 12% en 1993, podríamos aprovechar la estabilidad del euro y volver a conseguirlo. Durante ese periodo la economía se recuperó en un 7%".
Además, señaló que las medidas de la Unión Europea inspirarán confianza, "y la confianza puede fomentar la economía". Sin embargo, "lo que necesitamos es un mecanismo institucional permanente que abarque tanto el aspecto fiscal como el rescate financiero con el objetivo de convencer a los mercados de que Europa tiene la voluntad de sobrevivir". Mirtchev indicó que las garantías que ofrece la Unión Europea son importantes para el desarrollo del proyecto europeo en su totalidad, que a su vez las hace relevantes a nivel global, en particular para una seguridad financiera más amplia. "Incluso la manera en la que sean introducidas afecta de manera significativa tanto a las consideraciones económicas como a las políticas". Las medidas firmes y decididas y, a pesar de opiniones contrarias, relativamente rápidas podrían calmar las aguas a medio plazo para las economías europeas más débiles y ofrecer una plataforma para la transformación continuada de la zona euro.
Los desarrollos subsecuentes podrían ser algo "inconstantes, lo que implicará subidas y bajadas". A pesar de las especulaciones, no parece que los países europeos pudieran llegar a plantearse volver a introducir sus monedas propias, aunque aún siguen existiendo muchas cuestiones importantes pendientes de solucionar para la zona euro. Los compromisos sin precedentes establecidos por parte de los miembros de la UE, según el ministro Papantoniou, ponen de relieve las diferentes cuestiones respecto a las nuevas dimensiones de la integración europea. "Una unión monetaria no es una unión política.
No se puede sostener una unión monetaria únicamente con un Banco Central, sin mecanismos para los estados más débiles". Sin embargo, indicó que la implementación institucional de tales mecanismos "supondría un gran salto hacia delante en cuestiones de integración europea. Supondrá un gran esfuerzo durante los próximos meses y años determinar hasta qué punto la zona euro puede convertirse en una unidad política y económica completamente desarrollada. Si lo consigue, sobrevivirá. De lo contrario, se afrontará al peligro de una disolución o rotura". (Marketwire/DyN)