“Tengo dos preciosuras que me reclaman que esté bien todos los días”, dijo y subrayó que su vuelta al trabajo -este viernes estrena una obra- “no es porque esté preparada”.
“Estoy haciendo un esfuerzo sobrenatural, pero no tengo opción. Muy mal están mi papá y mi mamá y ellos son los que me demuestran que no puedo bajar los brazos”, reconoció y concluyó: “Yo siento que somos una familia que nos quedamos sobre los escombros. No puedo resignarme, es muy difícil”.
Jazmín Vélez murió el 9 de abril cuando el auto en el que se trasladaba con otras cuatro personas, entre ellas un adolescente de 17 años que manejaba, se despistó y chocó contra el guardarail sobre la autopista Perito Moreno, a la altura del barrio de Liniers.