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Creen que el ataque a Urbina pudo ser un susto que salió mal

Los investigadores del crimen de Claudio Urbina barajan la hipótesis de que el ataque al neurocirujano pudo tener como objetivo original darle un susto que salió mal al asesinar a la víctima, informaron hoy fuentes policiales.
La trayectoria del disparo, la visibilidad que los asesinos tenían sobre la víctima y el hecho de que el médico fue alcanzado por el balazo porque se recostó sobre el asiento del acompañante de su auto, son los principales argumentos que avalan esta teoría.

"Ya hemos comprobado con los peritos que por la escasa luz que había en el lugar y las características de los vidrios del auto de Urbina, los asesinos no tenían una visión clara del interior del automóvil", dijo a Télam uno de los investigadores.

Los vidrios del Chevrolet Aveo del médico son polarizados y si a eso se suma que Urbina tenía la luneta trasera astillada por la tormenta de granizo del pasado 18 de abril y recubierta con un film transparente para que no se rompa, la visibilidad desde el exterior al interior del habitáculo es prácticamente nula.

El disparo de fusil FAL que asesinó a Urbina ingresó por la puerta trasera derecha y atravesó el asiento delantero del acompañante donde la víctima casualmente se había recostado, seguramente al ver la aproximación de sus asesinos.

"Si Urbina se hubiese quedado quieto sentado en el asiento del conductor, la bala no lo hubiera alcanzado y estaría vivo", comentó la fuente consultada.

Asimismo, otras fuentes de la investigación revelaron que los tres testigos presenciales del hecho -tres chicos de 16, 18 y 24 años que observaron todo desde la vereda de enfrente-, vieron al tirador efectuar el disparo moviéndose en varias oportunidades como buscando un blanco al que no podía visualizar con precisión.

"Creemos que la idea original quizás era darle un susto y no matarlo, pero en este caso también tendríamos que buscar a un autor intelectual que tuviera un motivo para amenazarlo y todos los caminos nos vuelven a conducir a un hecho pasional", concluyó el investigador.

Los peritos de la Policía Científica también ya tienen probado por los estudios de alturas y trayectorias balísticas, que el tiro fue de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda y de atrás hacia adelante y que el asesino hizo con el FAL lo que se llama un "disparo de cintura", es decir, que no disparó con el arma apoyada sobre el hombro.

Los detectives de la DDI de San Isidro y el fiscal de Boulogne a cargo del caso, Sergio Szyldergemejm, tampoco descartan otras teorías vinculadas a un hecho de inseguridad.

"Quizás lo querían secuestrar o asaltar o venían de un raid y querían cambiar el auto y se les complicó. A lo mejor sí pudieron ver el movimiento del médico al recostarse sobre el asiento del acompañante y dispararon porque pensaron que iba a sacar un arma de la guantera", dijo el jefe policial consultado. (Télam)

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