Solassi descartó de plano la posibilidad de llegar a la convocatoria, al tiempo que argumentó que "no tiene sentido" llegar a esa instancia porque el club "va a cumplir" con sus obligaciones.
Aún con el convencimiento de los dirigentes de poder hacer frente a las deudas, a River todavía no ingresó ningún grupo para invertir, tal cual se venía anunciando.
Por otra parte, la directiva está armando una estructura para crear un fideicomiso en el que los aportantes se queden con parte del porcentaje de los jugadores del plantel, además de un interés en dólares. Asimismo, los papeles aún no llegaron a los bancos necesarios para habilitar la movida financiera.
El agobio económico, y una deuda que rondaría los 130 millones de pesos, dificultan sobremanera la operatividad de la entidad de Nuñez, por lo que en las últimas horas comenzaron a circular distintas versiones sobre un posible llamado a convocatoria de acreedores.
Según trascendidos periodísticos, el pedido de convocatoria, que se realiza cuando se está en un estado de "impotencia patrimonial" de tal magnitud que se entra en un proceso de "cesación de pagos", tendría como objetivo renegociar las deudas de la institución y, de ser posible, obtener una quita importante de la deuda.