El panorama en las calles es de acumulación de bolsas de basura en esquinas y contenedores de residuos colapsados. Pero finalmente, los trabajadores de los rellenos sanitarios de la Coordinación Ecológica Area Metropolitana (Ceamse) levantaron ayer a la noche el paro, que realizaron desde el domingo y que derivó en trastornos en la recolección de residuos en algunos puntos de la Capital y el conurbano bonaerense.
La medida de fuerza fue encabezada por la Asociación Gremial de Obreros y Empleados de la Conservación Ecológica Ambiental y Servicios Especiales (Agoec) para exigir la construcción de nuevos depósitos de basura, ante la saturación de los existentes, principalmente, uno ubicado en San Miguel.
El paro, tras gestiones del gobierno porteño y del bonaerense, fue levantado cerca de las 20, luego de un compromiso de las autoridades de ambos distritos para avanzar en soluciones en reuniones que se harán mañana y el miércoles.
La protesta que declararon anoche los funcionarios provocó que varias zonas de la ciudad amanecieran plagadas de bolsas con desechos que no pudieron ser levantados ante la imposibilidad de destinarlos a algún espacio.
Al menos tres plantas de transferencia de la Ciudad, ubicadas en los barrios de Pompeya, Colegiales y Flores, y los rellenos de San Miguel y de San Martín que pertenecen al Ceamse quedaron paralizados ante la protesta de los trabajadores, quien negociaron una salida al conflicto.
Si bien funcionarios bonaerenses de la Jefatura de Gabinete bonaerense, que encabeza Alberto Pérez; y del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, que preside Diego Santilli, desactivaron la medida de fuerza, reconocieron que la normalización de la limpieza en las calles demorará al menos hasta el miércoles.
"El atraso que implica en la logística de recolección porteña un paro de estas características produce un efecto en cadena que implica 36 horas de atraso en la normalización del sistema, una vez que se levante el paro", sostuvo un parte de prensa de la cartera municipal.
De todos modos, el gobierno porteño puso en marcha un "operativo extraordinario de recolección de residuos con personal propio" que fue "desafectado de las tareas cotidianas de mantenimiento y fumigación para lograr que la ciudad retorne a la normalidad lo más temprano posible".
"Estamos ante una crisis ambiental realmente muy seria, no obtuvimos ningún tipo de respuestas y ante esta situación, que es crítica, en asamblea decidimos realizar una medida de fuerza para ver si somos escuchados por los gobiernos de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires", había manifestado el titular del gremio Jorge Mancini, en diálogo por radio Mitre, para justificar la protesta.
Si bien anoche, el gobierno porteño emitió comunicados con pedidos a los vecinos para que no sacarán las bolsas de residuos a la vía pública, hasta las 20 la Comuna se abstuvo de volver a reclamar la retención de la basura domiciliaria.
