El piquete, que se concretó con la quema de cinco colchones sobre el asfalto, provocó demoras en la circulación, que se agravaron a medida que pasaban las horas y miles de automovilistas intentaban dejar la Ciudad y se encontraban con la protesta.
Personal de Gendarmería desplegó un cordón de seguridad en torno a la fogata debido a que un grupo de manifestantes había amenazado, cerca de las 17.30, con cortar toda la Panamericana si no había respuesta a sus reclamos.
Finalmente, poco después de las 19 los vecinos liberaron la colectora del Acceso Norte, tras recibir el compromiso de autoridades provinciales y municipales de que mañana recibirían el material necesario para reconstruir sus viviendas.