En tanto, Caruso aceptó "las disculpas" porque fueron "lógicas" y a él le gusta "hablar de fútbol", aunque sólo desistió de exigirle un arrepentimiento público a Asad tras media hora de discusión por el canal Fox Sports.
"Que diga que su acusación partió de algo que escuchó en un asado o un café porque, más allá de que yo después me saqué, él me dejó sucio para siempre, que se disculpe ante todos los medios", pedía inicialmente Caruso.
Frente a esto, Asad respondió que le dio "vergüenza revivir el momento por televisión" y por eso al día siguiente pidió disculpas, aunque se negó a brindar una conferencia de prensa específica sobre el tema porque ya había dicho "lo que tenía que decir".
A su vez, Caruso admitió que insultó a Asad porque le dio "bronca la seña" que había hecho el técnico de Godoy Cruz.
"Tengo 18 años de carrera, pasaron 800 jugadores por mis manos, y ni uno puede decir que le pedí un caramelo. Esto es una infamia que lamentablemente llegó a los oídos del 'Turco' y, por lo tanto, es algo superado", concluyó el estratega de Tigre.
Todo había comenzado el último lunes, cuando, durante el choque entre ambos conjuntos, Caruso pateó intencionalmente el balón contra el banco del "Tomba", porque entendió que desde allí estaban burlándose de sus futbolistas sin que el árbitro Néstor Pittana lo advirtiera.
"Les pedís plata a los jugadores", le gritó el ex formador de juveniles de Vélez Sarsfield, al tiempo que con un puño se golpaba la palma de la otra mano, mientras que del otro lado la respuesta llegó rápido: "Drogón" le gritó Caruso Lombardi, llevándose la mano a la nariz.
Por lo tanto, demoraron cuatro días en disculparse y hacer las paces. Telón para un papelón.
