El prelado, encargado por la Conferencia Episcopal Argentina de seguir las cuestiones legislativas, reiteró la posición de la Iglesia en contra de la posible equiparación legal de los enlaces homosexuales con el matrimonio tradicional.
Marino transmitió también los fundamentos por los cuales la Iglesia defiende la vida desde el momento mismo de la concepción y pide con "insistencia" no legalizar el aborto en el país, práctica que los obispos consideran "un crimen".
En nombre de la Comisión Episcopal de Seguimiento Legislativo también expusieron el sacerdote Rubén Revello y los laicos Nicolás Lafferriere, María Inés Franck y Guillermo Cartasso, peritos de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Los referentes eclesiásticos sostuvieron, entre otros argumentos, que los proyectos son "inconstitucionales" e "ilegales" a la luz de la Constitución Nacional en materia de tratados internacionales incorporados en la reforma de 1994.
Fuentes eclesiásticas dijeron a DyN que hubo un intercambio "intenso" de opiniones, pero "en un clima de cordialidad".
El obispo, el sacerdote y demás laicos entregaron a los legisladores una minuta con las objeciones legales que hace la Iglesia a las uniones entre personas del mismo sexo.
Estuvieron los diputados Natalia Gambaro, Jorge Triaca, Claudia Rucci Gustavo Ferrari, y un asesor de Francisco de Narváez, entre otros.