“Me encantan los autos. No te olvides que mi papá es agenciero. Me crié entre coches. Escucho un motor y sé cuál viene. Manejé muchos, pero esta máquina es increíble”, contó la rubia a la revista Gente .
Con su nuevo autito, Wanda pasea por las calles sicilianas y levanta velocidad cuando lleva a su bebé al jardín de infantes o a su esposo a la concentración del Calcio Catania. “Me gusta correr, soy un peligro. Me cuido porque va mi ‘Principito' en la sillita de atrás, pero si estoy sola la acelero a morir. Con Maxi ponemos la filmadora a un costado de la ruta, para después volver a ver las imágenes de nosotros mismos manejando con todos los sonidos posibles”.
Sin embargo, y para destacar que el regalo fue "un gesto de amor", la rubia agregó: “Quiero dejar en claro, respecto al obsequio de la Ferrari, que así me hubiese regalado un chocolate estaría igual de feliz . Lo importante es que se acordó. No todos los hombres lo hacen”