Según las fuentes, esta mañana, la fiscal de juicio Noemí Carreira había solicitado a los jueces Gustavo Garibaldi, María del Carmen Castro y Aníbal Rubén Bellagio, que el policía fuera condenado a 12 años por el delito de "homicidio simple".
Por su parte, la querella, representada por la abogada María del Carmen Verdú, pidió prisión perpetua por "homicidio calificado por ser miembro de una fuerza de seguridad".
En tanto, la defensa había solicitado la absolución por considerar que Carrizo actuó en su legítima defensa.
Si bien recién el 13 de abril se conocerán los fundamentos del fallo, las fuentes dijeron a Télam que todo apunta a que el tribunal creyó en la versión del policía que siempre sostuvo en que el se defendió de una agresión.
El debate comenzó la semana pasada con la declaración de varios testigos, entre ellos una chica de 16 años y su hermano de 14, quienes estaban junto a la víctima al momento del crimen.
Estos adolescentes contaron que la noche del 15 de abril de 2008, estaban en su casa de Los Polvorines, cerca de la estación de trenes de Sordeaux, cuando Mareco llegó con un teléfono celular que dijo haber encontrado tirado en la calle.
En ese momento, el chico comenzó a recibir un llamado de un hombre que dijo ser el dueño del aparato y que le ofreció dinero para que se lo devolviera, por lo que Mareco acordó encontrarse en un terraplén pegado a las vías, a metros de la estación.
La chica contó que su hermano se quedó en su casa y ella acompañó a Mareco hasta el terraplén desde donde vio al hombre con quien su amigo iba a encontrarse.
"La chica declaró que Mareco se acercó al hombre, estiró su brazo para darle el celular y la otra persona lo tomó del mismo brazo y le pegó un tiro en la cabeza", contó Verdú.
Por su parte, Carrizo, quien vivía en el mismo barrio que la víctima y sus amigos, declaró que todo había comenzado esa noche cuando su cuñado lo llamó y le dijo que dos ladrones le habían robado su mochila, el celular y sus pertenencias.
El entonces teniente de la comisaría de Béccar dijo que luego empezaron a llamarlo desde el celular supuestamente robado a su cuñado y lo extorsionaron para devolvérselo, por lo que él se hizo pasar por el dueño del aparato y fue a la cita para recuperarlo.
Sin embargo, cuando fue al terraplén junto a la estación se encontró con cuatro personas armadas que lo amenazaron por lo que efectuó un disparo y huyó del lugar.
Carrizo, quien llegó al debate con una prisión morigerada por pulsera electrónica y ahora recuperará la libertad, luego del hecho fue hasta la sede de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro donde contó lo ocurrido, aunque dijo no saber si el disparo había herido a alguien.
Entonces, sus compañeros de la fuerza le notificaron que cerca de la estación de Sordeaux había un chico muerto, que resultó ser Mareco, tras lo cuál, el teniente entregó su pistola y quedó detenido.
