Este derecho humano y divino agregó el Obispo de Avellaneda - Lanús son realidades que forman parte integral de una persona, “por lo tanto no hay que pedir permiso para tener derechos humanos y no hay que pedir permiso para tener derecho divino”.
Frassia sostuvo que le duelen aquellas cosas que suceden en el cotidiano de la sociedad, “porque no son pecados, sino delitos que cuando se comienzan a generalizar y a extender a todos los ámbitos tiende a debilitar la fuerza de la institución y también a deteriorar la credibilidad de la Iglesia”.
“No me gusta que se ataquen aquellos ámbitos que regulan nuestra vida, al derecho y a la institución”. “La institución defiende a la persona humana”, remarcó.
Luis Viviant
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