El episodio, en medio del cual también tuvieron que entregar sus pertenencias unos diez pasajeros del ómnibus, comenzó poco después de las 5.30 de la madrugada en la parada situada en el cruce de Ugarteche y Laprida, del barrio Frino, donde tres hombres subieron al interno 109 de la línea 741 A.
De inmediato, extrajeron armas de fuego y ordenaron al chofer Cristian Quiroga, de 30 años, que cerrara las puertas del colectivo, que hacía el recorrido entre el barrio Sol y Verde y la estación de trenes de José C. Paz.
El conductor dijo a DyN que "uno comenzó a vigilar que nadie se acercara al colectivo", mientras otro lo apuntaba y un tercero empezaba a robar las pertenencias de los "10 ó 12 pasajeros" del ómnibus, en medio de "forcejeos".
"Después de robar a los pasajeros, el que me apuntaba me exigió las pertenencias y le di mi (teléfono) celular y la plata que tenía pero me dijo que tenía que tener más dinero", relató Quiroga.
El conductor agregó: "Cuando insistí con que no tenía más plata, me pegó un culatazo entre la nuca y la espalda, que por suerte no me generó un gran daño porque pude moverme un poco".
Fuentes policiales dijeron que los tres asaltantes huyeron sin ser localizados y que comenzaron a ser buscados por la comisaría del lugar.
Por su parte, el delegado gremial Fabián Sosa manifestó al canal Todo Noticias (TN) que los hechos de estas características "son habituales" en la zona.
"El viernes último, fue robado y secuestrado durante unas horas un compañero", se quejó, para remarcar luego que los trabajadores "no saben qué les va a pasar cada día". Sosa advirtió después que los choferes de las líneas 741 y 182, ambas operadas por la empresa Sargento Cabral, iban a permanecer en huelga hasta obtener "una solución al problema de la inseguridad".
Poco antes de las 12.30, los trabajadores levantaron la medida de fuerza, luego de haber mantenido una reunión con directivos de la compañía y autoridades policiales, cuyos pormenores no trascendieron.
