"Las repercusiones fueron muy buenas", enfatizó Fasano, y agregó: "La primera urna ingresó a las 18.18 y 18.48 habíamos terminado el escrutinio".
Fasano afirmó que "en 30 minutos" retransmitió "todos los resultados" de las mesas.
La principal novedad fue la "unificación del padrón electoral", que permitió agilizar la votación y reducir de 52 a 40 mesas distribuidas en siete escuelas.
El sistema contó con una pantalla táctil, la foto de los candidatos, un orden numérico de partidos y la posibilidad de corregir y volver atrás en caso de errores o arrepentimientos.
"No hubo mayores inconvenientes ni grandes demoras, teníamos preparado un sistema de tensión por si había cortes de luz", comentó Fasano.
El resultado de la votación se dio a conocer una hora después del cierre del comicio.
El sistema ya se había implementado en las elecciones en Pinamar de 2007, pero sólo con residentes extranjeros.
Además de Buenos Aires, las provincias de Río Negro, Mendoza y Salta, y la ciudada fueguina de Ushuaia, realizaron experiencias oficiales con urnas electrónicas a pesar de que a nivel nacional no hay una ley que habilite este sistema para las elecciones generales.
Las otras provincias donde está legalizado el uso del voto electrónico son Santiago del Estero, Chaco, la Rioja, San Luis y Tucumán, pero hasta el momento no lo implementaron.
Según un estudio privado, en comparación con el método tradicional el sufragio electrónico es más "rápido" a la hora de votar, "veloz" para obtener el escrutinio y "transparente".