Pablo Zaicowski, un técnico del Departamento Tecnologías de la Superintendencia de Delitos Complejos, fue el encargado de explicarle al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro, cómo se trabajó en la causa y cuál fue el punto de partida.
Zaicowski dijo hoy que aquel 13 de enero de 2006, con la toma de rehenes ya en curso, los asaltantes llamaron al canal TN desde el banco solicitando salir en vivo y desde la producción del noticiero les respondieron que no estaban autorizados y que querían chequear si realmente estaban llamando desde el banco.
Según la investigación, quien habría llamado a TN fue el ladrón que lideró la toma de rehenes y las negociaciones con la policía, "El hombre del traje gris", quien cometió el error de darle al productor del canal un número de celular para que lo llamen en caso de que lo autoricen a sacarlo en vivo.
TN nunca sacó en vivo al ladrón pero se comunicó con la policía para informarle sobre la situación y les entregó ese número telefónico que terminó siendo clave para delatar a toda la banda.
Zaicowski recordó hoy que ese número no tuvo comunicaciones entrantes o salientes ni el día del robo ni posteriormente, pero la línea pertenecía a una tarjeta SIM, comúnmente conocida como "chip" a nombre de "Zenón Zacarías", un titular con identidad apócrifa, que estaba conectado a un determinado aparato celular
que tiene un número identificatorio único llamado "IMEI".
El técnico explicó que se pidieron informes a empresas telefónicas para determinar si ese aparato que el día del robo tenía colocado el chip de la línea aportada por el ladrón al canal de noticias, había sido utilizado en otros momentos con otros chips con distintos números telefónicos y surgieron cuatro líneas nuevas.
Sin embargo, los expertos también chequearon qué otros chips o tarjetas SIM habían sido vendidas y activadas el mismo día y por el mismo operador -comúnmente llamado "bolsero"- que la línea de celular dada a TN y así llegaron a rastrear las cinco líneas de celulares que el día y en los horarios del robo fueron detectadas en antenas de la zona del banco y alcantarillas por donde huyeron.
Según el testigo, una sexta línea surgió de la investigación y es la que estaba a nombre del imputado Julián Echeverría
El especialista mostró hoy en la sala de audiencias con un proyector, la actividad de esos seis teléfonos atribuidos a los imputados el día del hecho con mapas y tablas de horarios y posición y se vio cómo convergen a partir de las 11 en la antena ubicada en Santa Fe y Unidad Nacional de Martínez -correspondiente a la alcantarilla por donde entraron y salieron del túnel-.
Lo más curioso exhibido por Zaicowski de este análisis es que entre las 12.30, que es el horario de ingreso de los ladrones al banco, y las 16 o 16.30, momento en que la banda escapó con el botín por un túnel, todos los teléfonos investigados se apagaron y registraron lo que el testigo llamó "un blanco de silencio".
Los fiscales creen que este "silencio" se debió a que durante ese lapso algunos miembros de la banda apagaron los teléfonos porque estaban copando el banco y violentando las cajas de seguridad y otros estaban ya dentro de los desagües pluviales y terminando el túnel por donde finalmente escaparon.
Antes que el técnico, declaró el actual superintendente de Investigaciones de la policía bonaerense, Hugo Matzkin, un experto en análisis de las comunicaciones -trabajó en el caso del crimendel fotógrafo José Luis Cabezas-, quien explicó cómo trabaja el VAIC y dijo: "Hasta el silencio habla en algunas causas porque
todos se callaron o hablaron en el mismo momento".
Cuando los fiscales Marcelo Vaiani y Gastón Garbus le preguntaron si era posible tener señal de celular en desagües por donde escapó la banda, Matzkin fue categórico: "Lo dudo por la profundidad, el hormigón y las tuberías".
Lo que más delató a la banda no fue el uso de esos seis celulares del día del robo, sino las comunicaciones al entorno más íntimo y a la segunda línea de contactos de cada uno de esos teléfonos.
De ese análisis surgieron las 237.000 comunicaciones que se registraron en el VAIC y en la audiencia se mostró las que comprometen a cada uno de los cuatro imputados del juicio.
De uno de los celulares surgieron varios contactos con el locutorio de la calle Rincón al 700 de la Capital Federal, que tenía el imputado Rubén Alberto De la Torre.
Otro de los celulares tenía contactos con la casa de Sebastián García Bolster, otro tenía contactos a la provincia de San Juan, donde después fue detenido Fernando Araujo y el atribuido a Zallecheverría tenía claramente registrados ocho viajes desde zona sur del conurbano, donde tiene su domicilio, a la zona norte en los días previos y el mismo 13 de enero de 2006.
Pero el VAIC también comprometió hoy en el juicio a Mario Vitette Sellanes, el quinto imputado que no llegó a este juicio pero por un fallo de ayer de la Cámara de Casación tendrá que estar sentado en un segundo debate oral en el banquillo de los acusados.
Hay un teléfono que registra tres llamadas a Uruguay, a líneas pertenecientes a dos de sus familiares, Marcos y Raúl Vitette y además, ese celular que le atribuyen el día del robo, se encendió a las 8 en la antena del cruce de Santa Fe y Pueyrredón, donde su esposa tiene un departamento y de allí se fue a San Isidro.
Otro periférico que hoy fue mencionado en VAIC es José Luis Estévez, un abogado penalista con antecedentes carcelarios que para los fiscales estuvo dentro del banco y por eso solicitaron en su momento la detención, pero que el juez de la causa, Rafael Sal Lari, nunca otorgó por falta de pruebas.
