Según un jefe policial, todo comenzó cuando el comerciante llamó al teléfono de emergencias policiales 911 y denunció que había sido víctima de un robo.
Pero cuando los efectivos de la comisaría 21a. llegaron al lugar, el hombre, aparentemente alterado por el consumo de drogas, se encerró y comenzó a gritar que no los iba a dejar pasar y efectuó varios disparos dentro del departamento.
Como continuaba exaltado y no permitía el ingreso de los policías, se dio intervención al juez de turno, quien a su vez ordenó al Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) que concurriera al lugar.
Allí se montó un fuerte operativo ante el temor de que el hombre pudiera salir por alguna ventana y disparar a transeúntes.
Más de una hora después, efectivos del GEOF lograron romper la puerta de ingreso y detuvieron al comerciante, a quien le secuestraron un revólver calibre 32.
"Se realizó uina maniobra distractiva y el GEOF pudo entrar. Adentro se encontró algo de droga y se le secuestró el arma utilizada para realizar los disparos", dijo a Télam un jefe policial.
El hombre, tras ser revisado por un equipo de médicos y psicólogos, fue llevado a la comisaría 21a a la espera de ser indagado por el juez Mario López, a cargo del Juzgado de Instrucción Número 30. (Télam).