La Sala C de la Cámara, con las firmas de los jueces Ángel Sala, Bindo Caviglione Fraga y Miguel Bargalló, dispuso incluso que la indemnización abarque las cuentas de los comensales, que no pudieron pagar justamente porque fueron asaltados.
El monto total de la indemnización trepa a algo más de 11 mil pesos, a raíz del asalto que sufrió el restaurante el 30 de diciembre de 2001, en plena ebullición de la crisis que puso a cinco presidentes en dos semanas en la Casa Rosada.
Cuando el restaurante fue asaltado por un grupo de delincuentes armados, uno de los empleados accionó la alarma, pero la señal nunca llegó a la empresa encargada de dar aviso a la policía por la irregularidad.
Fueron los agentes de seguridad privada del Country Mailing, ubicado cerca del restaurante, quienes dieron aviso a la policía, que llegó al lugar cuando el asalto ya se había consumado. Para la Justicia está "acreditado que el sistema de alarma no funcionaba correctamente y que la demandada no había cumplido con el contrato, resaltando que si bien el servicio de alarma no importaba la convención de una obligación de resultado que implicara evitar cualquier atraco o asalto, no era menos cierto que el defectuoso sistema electrónico de alerta remoto impidió cualquier reacción y truncó así el desarrollo de medios (aviso inmediato a la policía) para propender a la seguridad contratada".
El fallo ordena la indemnización también por el "daño moral" y la "pérdida de chance", ya que la clientela del restaurante mermó sensiblemente en los meses posteriores al atraco.