Fuentes policiales confirmaron a Télam que el detenido es un hombre que se hallaba preso y recuperó la libertad a fines del año pasado, y actualmente trabajaba como albañil en una obra a pocos metros de donde se concretó el homicidio.
Un gendarme de 49 años fue asesinado de un balazo en la cabeza y otro en el abdomen en el partido de José C Paz, cuando se dirigía junto a su hija a un consultorio médico en Campo de Mayo.
El hecho ocurrió cerca de las siete de esta mañana en la esquina de la calle Trelles y Alvarez Thomas, de Barrio Frino, partido de José C. Paz, a cinco cuadras de la estación de trenes y a solo 200 metros de la comisaría de la zona.
La víctima fue identificada como Ramón Valdezzani, un sargento ayudante de Gendarmería Nacional que prestaba servicios en Campo de Mayo, pero que en la actualidad se encontraba con carpeta médica.
Según los investigadores, todo comenzó cerca de las 7 de esta mañana cuando Valdezzani (49) y su hija de 20 años se dirigían hacia la estación de trenes para llegar hasta un consultorio médico de Campo de Mayo, donde aparentemente debía continuar su seguimiento de la carpeta médica.
Pero antes de llegar, el hombre y su hija fueron sorprendidos por un hombre que se movilizaba en una bicicleta y estaba vestido con ropa de trabajo.
"Aparentemente estaba vestido con un mameluco del tipo de obrero de la construcción y se movilizaba en una bicicleta. Es un hombre de una importante contextura física y con el pelo canoso", dijo un jefe policial que participa de la pesquisa.
En ese momento, según pudo declarar la hija en medio de un ataque nervioso, el hombre comenzó a insultar a su padre y le disparó un balazo en la cabeza y otro en el abdomen, tras lo cual se volvió a subir a la bicicleta y huyó.
La hija del gendarme, quien había salido corriendo ante el temor de que también le disparara a ella, auxilió a su padre, pero éste murió antes de que pudiera ser asistido por los médicos.
En un principio, los investigadores creyeron que el crimen se había producido en medio de un intento de robo, pero luego constataron que el gendarme tenía todas sus pertenencias en los bolsillos.
"Tenía la billetera con dinero guardada en uno de sus bolsillos, sus llaves y hasta un celular al lado de su cuerpo. Por eso no estamos seguros de que se haya tratado de un intento de robo", dijo a Télam un jefe policial.
De todas formas, los pesquisas mantienen esa hipótesis como una de las líneas investigativas.
Pero tampoco descartan que se haya tratado de un intento de abuso sexual, ya que la joven dijo que el atacante le gritó algo a ella y que su padre quiso defenderla.
El hecho es investigado por personal de la comisaría de Barrio Frino y por un fiscal de turno de Pilar.
