F.A.A – por sus iniciales que esta agencia mantiene en reserva– denunció el 13 de julio de 2007 que un día antes por la tarde había sido robado de la puerta de su casa, en Condarco al 2100, su vehículo Renault Clio.
Por el hecho su compañía de seguros, "La Caja S.A.", le pegó una póliza de 23.200 pesos para cubrir el robo.
Sin embargo, en la causa judicial por la sustracción se detectó que el vehículo había sido sacado del país el 2 de julio del 2007 a través de la ciudad de Posadas, en Misiones, con destino a Paraguay, por otra persona y que no se registró el reingreso del vehículo. A raíz de esta circunstancia se inició otra causa por presunta estafa contra el dueño del vehículo.
"Con la finalidad de obtener un beneficio económico ilícito, entregó el rodado y a los diez días lo denunció como sustraído", sostuvo el juez Otero en el fallo al que accedió esta agencia.
Para el magistrado F.A.A dejó pasar 10 días para que el auto "no poseyera impedimento de salida y de esa manera asegurarse que no lo volvería a ver" y que al entregarlo "percibiría un monto de dinero por ese vehículo".
"A su vez, para que la 'entrega' se vuelva lícita, efectuó la denuncia policial para obtener el pago del seguro", concluyó el juez. F.A.A. declaró ante la Justicia y rechazó las acusaciones al señalar que tardó cuatro meses en cobrar el seguro, porque tenía deudas por patente, y que por la plata que le dieron no podría comprarse otro auto similar. Sin embargo, el juez dijo que esa versión "impresiona como un intento para equilibrar la balanza sin que ello, al sopesarlo con las pruebas incriminantes, pueda tener el resultado pretendido".
Además del procesamiento, el magistrado le trabó un embargo de 50 mil pesos y pidió la citación del hombre que sacó el auto del país – que no pudo ser ubicado en su domicilio de Posadas – bajo apercibimiento de declararlo rebelde.
