Con respecto a la postura del Comité Provincia de Buenos Aires con respecto a esta situación, el dirigente radical expresó: “La excusa que ellos tuvieron siempre es que el intendente Enrique García habla bien de Néstor Kirchner y por eso no pueden permitir elecciones dentro del radicalismo de Vicente López. Se refieren a un acercamiento de García a Kirchner, pero no hablan de la alianza que al mismo momento el radicalismo estaba haciendo con el duhaldismo. Además, desde la calle Paseo Colón nos decían con quién nosotros debíamos hacer alianzas”.
Gnoffo luego recordó: “En Vicente López el radicalismo no ha perdido ninguna elección desde 1983 a la fecha y por esto también creo que desde el Comité Provincia deberían prestarnos un poco más de atención, saber que “algo” hicimos bien. Desde Vicente López mantuvimos el radicalismo vivo-más allá de las cuestiones que han sucedido a nivel provincial-, plateamos en todo momento la unidad partidaria, y ganamos todas las contiendas electorales en las cuales participamos”.
“Por otra parte-añadió el concejal-varios dirigentes piensan que hicimos las cosas mal. Ricardo Alfonsín, quien días atrás estuvo reunido con el intendente Enrique García aquí en Vicente López, es un dirigente muy respetable y él está a favor de incorporar a todos porque hay que entender que el radicalismo necesita a todos sus hombres y mujeres en sus filas para volver a ser gobierno. Pero otros dirigentes, como Leopoldo Moreau y Federico Storani, siguen queriendo un radicalismo chiquito para poder seguir negociando ellos solos con el nombre del partido”
Gnoffo concluyó: “Acá se privatizó el radicalismo de la provincia de Buenos Aires, nombrando “gerentes de área”, donde Moreau y Storani armaron listas poniendo a sus hijos, esposas, hermanos y primos, sin darle participación a nadie. Y la respuesta del presidente del Comité Provincia, Daniel Salvador, siempre fue que el Plenario del Comité de la Provincia está manejado por estas dos personas. La crisis de la UCR está en la provincia de Buenos Aires, no tanto en el resto del país, donde el problema es que tres o cuatro dirigentes deciden los destinos del radicalismo a nivel provincial. Y son los mismos quienes decidieron expulsar a los que no piensan igual”.