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Especialista afirma que el cambio climatico exige un cambio civilizatorio

El especialista en clima y energía alemán Wolfgang Sachs afirmó hoy que el fenómeno del calentamiento global exige un cambio del modelo consumista de desarrollo euro americano, para democratizar los beneficios de la civilización a toda la población sin dañar a la biosfera.
"El cambio climático exige un cambio de tipo civilizatorio, porque los 200 años de historia de éxitos de la civilización euro atlántica o euro americana fueron sustentados por los recursos fósiles, que ahora se están agotando o producen caos climático", afirmó Sachs en diálogo con Télam.

"Yo considero que este fenómeno de desarrollo debe ser estudiado como caso especial en la historia mundial que, sin embargo, no es ejemplar", criticó.

Sachs planteó que "esto supone un dilema en cuanto a la justicia ya que, hasta ahora, el 75% de la población mundial no ha tenido parte en el disfrute de este modelo económico, que ahora no es posible trasladar a todo el mundo porque estaríamos dañando a la biosfera".

"Si lo que buscamos es mayor igualdad, debemos buscar un modelo de bienestar más benévolo y ecológico en cuanto a recursos, para democratizar los beneficios", opinó.

Sachs -de 53 años, director de investigación en el Instituto Wuppertal para el Clima, el Medioambiente y la Energía, y autor del Diccionario del Desarrollo- dará una conferencia mañana a las 17 en un coloquio internacional sobre calentamiento global y desarrollo que se desarrollará hasta el miércoles en el instituto de cultura alemán Goethe, en Corrientes 319.

Si bien existe un cambio climático dado naturalmente a través de ciclos de décadas o centurias, existe consenso científico de que en la actualidad, este proceso se ve acelerado por la acción antrópica, del hombre, y tienen efectos mucho más rápidos, directos y abarcativos que los ciclos naturales del clima.

Sachs propone la categoría de "desmaterialización", que postula transformar completamente el modo de producir tecnología, desde una birome a un rascacielos.

"Cada unidad de la economía debe ser hecha con mucho menos inversión de energía, agua o tierra, y esto es el arte de generar rendimiento económico con mucha menos implicancia de la naturaleza", enfatizó.

Sachs agregó que la siguiente condición es "pasar del uso de energías fósiles, como carbón, petróleo o gas, a una base solar, eólica o de biomasa; y moderar nuestro estilo de vida, lo cual implicará seguramente menos variedad en nuestros productos de consumo, menor escala globalizada y quizá replantearnos el contenido del confort".

"¿Qué significa hoy una economía amigable frente al clima y el medio ambiente? Están aquellos que abogan por una economía como la actual, sin modificar la estructura social y de consumo y replantean una geo ingeniería; y aquellos otros que prefieren no apostar a tecnologías de riesgo y abogan por un cambio cultural social para adaptar el consumo a la biosfera", planteó.

Respecto a las responsabilidades internacionales, Sachs sentenció que "los países industrializados son los principales causantes de daños al medio ambiente y deben afrontar las medidas para reducir ese daño".

"Aunque parte de las emisiones de gases de efecto invernadero sean generadas por la demanda en otros países cada país es responsable por sus propias emisiones", sostuvo.

Respecto al protocolo de Kyoto, el mundo actual se orienta a "llegar a un acuerdo post Kyoto que involucre a países emergentes como China, Argentina, Venezuela, México o Tailandia para estabilizar la situación y reducir los gases a largo plazo".

"Los países industrializados no respetaron del todo lo acordado en Kyoto, y Estados Unidos ni siquiera ratificó el protocolo, Japón no cumplió y Europa, digamos, se esforzó; hoy por hoy es claro que la administración (Barak) Obama está comprometida con el problema, pero enfrenta a dificultades de cara a la Cumbre de Copenhague", dijo el especialista.

Según Sachs, "las leyes sobre medio ambiente estadounidenses todavía no están aprobadas por el Senado, así que Obama no tiene una base jurídica propia para llegar a tratados internacionales, que exigen una mayoría de dos tercios de senadores, y eso no lo va a conseguir".

"Por eso, su dilema es cómo presentarse internacionalmente de forma creíble y confiable, sin necesidad de llegar a un acuerdo de derecho internacional que él tenga que refrendar en el Senado", opinó.

Por eso, el vaticinio de Sachs para la próxima Cumbre que se realizará entre el 7 y el 18 de diciembre es que "será solamente un principio, con declaraciones benevolentes pero sin ningún alcance jurídico, por lo cual, habrá que esperar hasta el 2010 o 2011".- (Télam).

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