Vélez justificó el triunfo, que le permitió alcanzar los 30 puntos en este torneo, con la sólida labor demostrada en el segundo tiempo, con la ventaja a su favor, luego de un primer capítulo no del todo bien jugado, pero con muchas situaciones en ambos arcos.
La etapa inicial tuvo como bisagra el gol con el cual Vélez se fue en ventaja al entretiempo. La apertura llegó tras córner desde la izquierda de Emiliano Papa que bajó de cabeza Sebastián Domínguez y que concluyó Ponce, apareciendo por detrás de dos defensores locales que no pudieron despejar, con un derechazo en la puerta del área chica que venció a Daniel Islas.
Hasta entonces el encuentro era parejo y con una dinámica impulsada por la humedad que presentaba el campo de juego a causa de la lluvia. Las llegadas a los arcos eran frecuentes y la zona media del mediocampo era de tránsito.
Tuvo el gol a su disposición Maximiliano Moralez en dos oportunidades, pero falló en ambas definiciones. También Gastón Díaz estuvo a punto de quedar cara a cara con Islas, pero no pudo controlar el balón.
Por el otro lado, Mariano Pasini no pudo liquidar dos veces tras una serie de rebotes en el área luego de un córner, y Carlos Luna, el delantero más incisivo en esta etapa, falló en la última puntada en otro par de oportunidades.
Hasta los 26 minutos, cuando Vélez se puso en ventaja, el empate era el resultado que merecía el partido. Pero la visita aprovechó su oportunidad y le dio un golpe importante a su rival, que no reaccionó sino hasta el minuto 40, con un cabezazo de Leandro Lázzaro que se fue por encima del travesaño.
La intensidad del juego cayó en el segundo tiempo, en parte por las piernas cansadas del dinámico primer capítulo y en parte por el notorio deterioro del campo de juego, que se hacía cada vez mas pesado.
En este contexto, Tigre salió a empatar, pero la tibia arremetida duró lo que un suspiro. Enseguida Vélez se acomodó y ya no sufrió sobresaltos. Prueba de ello fue que en la segunda mitad sólo soportó un zurdazo de media distancia de Pasini, a los tres minutos, que contuvo Germán Montoya en dos tiempos.
Amparado en la seguridad de saberse invulnerable ante el inofensivo ataque local (Luna ya no gravitó como en el primer tiempo), Vélez esperó paciente el momento de liquidar el cotejo. A los 38, Papa estiró la ventaja con un remate que se desvió en Jonathan Blanco y descolocó a Islas, y a los 45, Ponce le metió un testazo a un córner desde la izquierda y le puso cifras definitivas al resultado.
