Una vocera del doctor, Miranda Sevcik, dijo el lunes que éste sigue sosteniendo que ni le recetó ni le administró a Jackson nada que pudiera haberlo matado.
Jackson le dijo a Robin Roberts de ABC que estaba en su casa en Nueva York el 25 de junio cuando su asistente la llamó a decirle que Michael había sido trasladado al hospital.
Le dijo a sus parientes que la llamaran al llegar al hospital y se preocupó al no recibir ninguna llamada.
Dice que no ha pasado un día en el que no piense en Michael.
"Simplemente no me sonó cierto. Sentí que era como un sueño", expresó. "Todavía sigue pareciéndome tan difícil de creer".