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La Justicia volvió a negarle la libertad a Robledo Puch

La Cámara de Casación Penal bonaerense le dijo no a un pedido de la defensa del "Ángel de la muerte". Es el mayor asesino serial de la historia argentina y está preso hace 37 años. Fue condenado a perpetua por 11 homicidios, 17 robos, una violación y dos raptos.
El tribunal de Casación penal bonaerense negó hoy la liberación de Carlos Eduardo Robledo Puch, el mayor asesino múltiple de la historia criminal argentina.

Según informaron fuentes judiciales, lla Sala II de ese tribunal de alzada adoptó esta medida al rechazar un recurso de queja de la defensa oficial de Robledo Puch (57), que consideró que, tras 37 años de prisión, la pena ya estaba agotada.

Esta es la segunda vez en el año que la Justicia le niega la libertad. El jueves 5 de febrero de este año, la sala I de la Cámara Penal de San Isidro había rechazado un pedido de libertad condicional presentado por la defensa de Puch, preso desde 1972, y le había ordenado que realizase un tratamiento psicológico. Es que, en aquel entonces, el tribunal consideró que el detenido nunca demostró interés en estudiar o trabajar y que, de salir, iba a carecer de contención fuera de la cárcel.

El "Ángel de la muerte", como se lo conoce, fue condenado hace 29 años a reclusión perpetua por haber cometido 11 homicidios, 17 robos, una violación y dos raptos. Pese a que podría haber pedido la libertad en el 2000, finalmente lo hizo a principios de 2009. En 1973 se había fugado de la Unidad 9 de La Plata, pero fue recapturado.

Robledo Puch, que vivió en Tigre y Villa Adelina, tuvo como cómplice a Jorge Ibañez. Lo conoció a los 16 años. Los dos cometieron su primer asesinato juntos en marzo del 71: entraron a un boliche de Olivos y mataron al sereno y al encargado, al sorprenderlos dormidos. Ese mismo año asesinaron a dos hombres más, y brindaron con whisky sobre el cadáver del último. A bordo de autos lujosos raptaron a dos jóvenes, las violaron y Puch acribilló a una de ellas cuando ya la habían liberado semidesnuda sobre la Panamericana.

"Es un compañero de andanzas", dijo Puch sobre Ibáñez. Pero después lo mató a tiros y consiguió un nuevo cómplice, su vecino, Héctor Somoza. Juntos cometieron otros tres asesinatos. El cuarto volvió a traer conflicto. Entonces, Robledo Puch mató también a Somoza: lo prendió fuego con el soplete con el que abrían cajas fuertes. Ese cadáver fue la clave para que lo atraparan al día siguiente del crimen. Apenas tenía 20 años.

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