Los investigadores detallaron que la organización criminal estaba comandada por un delincuente de 28 años apodado "El pelado", secundado por un hombre de nacionalidad boliviana, de 31, que en la mayoría de los hechos utilizaban a menores de edad para que cobraran los rescates pagados por las familias de las víctimas.
Marijuán informó que la pesquisa se inició en su fiscalía a fines de mayo último, con la denuncia de dos secuestros exprés en los que las víctimas habían sido llevadas cautivas a la villa 1-11-14, del Bajo Flores, donde permanecieron retenidas seis horas hasta que se pagaron sendos rescates.
A raíz de esos dos hechos, el fiscal y el juez de la causa, el federal Claudio Bonadío, le encomendaron a la División Antisecuestros la pesquisa, una vez que se estableció que la banda operaba en una zona delimitada por las villas 1-11-14, la Villa Zavaleta y el Barrio Rivadavia, además de en algunas casas del barrio porteño de Villa Urquiza.
"Las víctimas eran elegidas al voleo y en algunos casos la banda usó meretrices para lograr captar a un incauto cliente, el que luego era secuestrado", relataron lo pesquisas.
Al respecto, el jefe de Antisecuestros explicó que la captura de la banda fue posible gracias a la "valentía" de las víctimas que denunciaron los hechos.
El jefe policial explicó que los delincuentes actuaban con "ferocidad" y reveló que en uno de los casos balearon a un chico de 14 años "quien recibió un proyectil calibre 40 en la cabeza", y quedó con muerte cerebral.
Además, explicaron los voceros, en algunos casos hubo víctimas cautivas que fueron sometidas sexualmente y cuyas casas fueron saqueadas mientras se hallaban secuestradas.
Las fuentes dijeron que tanto "El pelado" como su lugarteniente, "El boliviano" fueron detenidos cuando se disponían a subir a un auto en inmediaciones del Barrio Rivadavia.
Otro de los arrestos más significativos se produjo en la casa abandonada de la calle Donado al 1900, de Villa Urquiza, donde quedaron detenidos dos hombres y una mujer.
Respecto a ese lugar, el fiscal Marijuán aseveró que "al menos dos víctimas lo reconocieron como el sitio en el que estuvieron cautivas".
Una de las victimas, Mauro Iellamo, de 29 años, contó que el 15 de octubre pasado fue levantado por tres hombres en la calle llevado a una casilla de una villa, donde estuvo cautivo durante ocho horas.
Después se supo que había estado en la villa 1-11-14, que era la "base de operaciones" de la banda.
La banda cobraba de rescate por cada secuestro entre 5.000 y 10.000 pesos y elegía como lugar para la entrega del pago la villa Zavaleta, de Barracas; el Barrio Ramón Carrillo, de Villa Soldati y la villa 1-1114.
En casi todos los hechos se reclutaba a menores de edad para acudir al lugar a cobrar el dinero entregado por familiares de los cautivos. (Télam).-
