De la misma forma, el empleo no asalariado, que en su mayoría es informal, se mantuvo en el orden de los 3,6 millones.
De esta manera, mientras el empleo en "blanco" alcanzó a 7,3 millones de personas; el trabajo en "negro" sumó 7,8 millones.
El análisis de IDESA también subrayó que la presión impositiva alcanza niveles récords de 30,8 por ciento del Producto Interno Bruto.
Precisó que los dos impuestos "menos dañinos" para la producción, como IVA y Ganancias, recaudan apenas 13 por ciento del PIB.
En cambio, el resto -18 por ciento- se recauda mayormente gravando la producción: cargas sociales, derechos exportación, impuesto al cheque e ingresos brutos, entre otros.
En Argentina, la suma total de los impuestos equivale a 108 por ciento de la rentabilidad de una inversión productiva. En Brasil y Uruguay entre 59 y 69 por ciento; y en Chile de 26.
"Esto significa que una inversión productiva en Argentina tiene que tener una rentabilidad extraordinaria para atraer capital extranjero y doméstico", concluyó el informe.
Remarcó que "entre 2004 y 2008, los ingresos públicos crecían a razón de 27 por ciento promedio anual; y en el mismo período, el gasto público lo hacía a 24".
"En el 2009, los ingresos públicos vienen creciendo a razón del 12 por ciento cuando el gasto público crece a razón del 27", advirtió IDESA.