“Tenemos que empezar a darnos cuenta de que sino extendemos la jornada escolar, sino creamos más escuelas de nivel inicial esto no va a cambiar, porque las reformas organizativas no van a mejorar la educación”.
Además remarcó que si todos los adolecentes estuvieran adentro del sistema educativo pero en una escuela interesante, que tengas actividades deportivas y culturales, “estoy segura que habría menos delincuencia, porque la escuela aporta el diálogo”.
La Directora de la Maestría de Educación de la Universidad de San Andrés detalló que “el nivel medio está en una crisis muy importante “, y, para mostrar la gravedad de la situación señaló que en las pruebas internacionales, que se mide en 60 países, "el 22% de los chicos argentinos, de 15 años, no consiguen comprender un texto, y otro 22% apenas no comprende un texto sencillo”.
Gvirtz recordó que la escuela, en su funcionamiento, fue diseñada en 1880 cuando solo asistía el 3% de la población, que era la elite dirigente. “Lo que ocurría era que en aquel momento no existía la palabra adolecente, porque a los 13 años se pasaba de los pantalones cortos a los largos y se lo consideraba al joven un adulto, entonces la escuela no tenia que responsabilizarse por una educación integral, sino solo la formación académica”, y agregó: “Hoy el Estado ya no tiene adultos, sino adolecentes”.
“Sino reducimos la pobreza y sino se redistribuye equitativamente la educación por más reformas educativas que se hagan por si sola no resuelve los problemas de una sociedad”, pero Gvirtz dijo que más allá de los defectos y virtudes que tenga la escuela sigue siendo una gran oportunidad y no la podemos desaprovechar.
Luis Viviant
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