El superintendente de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Antonio Torreira, afirmó que el aprehendido "sería el responsable de la autoría material" del hecho, aunque en su poder ni en su casa se encontró ningún arma.
Torreira se excusó de dar más detalles porque "todavía hay gente que no está detenida", en alusión a dos hermanos de 23 y 24 años que fueron filmados por las cámaras de seguridad de la Municipalidad de Tigre en momentos en que escapaban de la casa de la víctima y aún no fueron ubicados.
Tras la detención, el joven fue trasladado ante el fiscal Cosme Iribarren, pero se negó a declarar por consejo de un defensor oficial y quedó alojado en la DDI de San Isidro, detalló otro jefe policial.
Agregó que "la madre del joven colaboró desde el inicio de la investigación y ayudó en su entrega para que no se escapara otra vez" y que un testigo relató "que el entorno familiar estaba muy consternado porque enseguida se dieron cuenta que el joven estaba involucrado en el caso".
Tras el crimen de Urbani, los investigadores contaban desde hace cinco días con el dato de que este joven podía estar implicado en el caso en base a prueba reunida en el expediente y por eso el fiscal Iribarren y el juez Rafael Sal Lari autorizaron la orden de captura.
Los detectives habían montado una vigilancia secreta cerca de su casa y otros probables lugares a los que el sospechoso podría ir.
Finalmente, fue sorprendido esta madrugada, pero todavía no se logró su identificación ni acreditar su edad, ya que él dice tener 17 años pero ni en su casa ni entre sus pertenencias se halló su documento, por lo que se cree que es mayor.
Uno de los elementos que liga directamente al detenido con el crimen de Urbani es que los investigadores descubrieron que el joven vendió un parlante de una guitarra robado en la casa de la víctima a un vecino, que declaró que lo compró de buena fe.
Ese amplificador, un reproductor de DVD y otros electrónicos habían sido entregados por Urbani a la banda que entró a robar a su casa, pero a pesar de ello, el chico fue asesinado.
Al respecto, otro testigo dijo que vio al ahora detenido en Garín bajando una guitarra, el parlante y otros electrónicos de un auto, mientras que el que pertenecía a la víctima apareció a nueve cuadras de la casa donde esta madrugada fue apresado.
El hecho que se investiga ocurrió el sábado pasado, cuando Urbani (18), un estudiante de musicoterapia, llegó a su vivienda ubicada en Liniers al 1988, de Tigre, en su auto y fue amenazado por tres ladrones que le exigieron entrar a la casa.
Una vez en el interior, el joven entregó varios objetos electrónicos, entre ellos un DVD y una cámara de fotos digital.
Al momento del hecho, dentro de la vivienda dormían la hermana y la madre del adolescente, quien contó que los delincuentes dejaron "inconsciente" a su hijo "durante una hora y media" y que luego de "robar todo", lo llevaron a otra habitación, lo "fusilaron" de un balazo en la cabeza y huyeron con su auto, un Chevrolet Corsa gris.
Por el caso, ya hay un detenido, Walter Gálvez (34), quien se declaró inocente ante el fiscal de la causa.
Sin embargo, varios testimonios de vecinos de Garín lo señalaron como el autor del incendio del auto de Urbani que la banda abandonó en esa zona luego de matar al chico.
En cambio, de los análisis de los registros telefónicos del celular de Gálvez no se hallaron vínculos con el resto de los sospechosos que están siendo buscados, informó la defensora del imputado, Mónica Chirivín.
