La marcha comenzó cerca de las 18 desde Rivadavia y Entre Ríos y concluyó a metros de la Casa Rosada, con un acto y la lectura de una proclama de reivindicaciones laborales.
La concentración y posterior marcha ocupó al menos dos cuadras de largo y se llevó adelante sin incidentes, aunque durante cerca de 30 minutos bloqueó por completo la Avenida 9 de Julio, en el cruce con Avenida de Mayo, y trabó el tránsito en plena hora pico.
Pese a la manifestación, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, pronosticó hoy que el conflicto tenderá a "normalizarse definitivamente", ya que la compañía "no va adoptar ninguna modificación en las condiciones laborales, ni despidos".
El funcionario volvió a negar que en el Gobierno haya preocupación de radicalización de las protestas sindicales como pasó en el caso Kraft, al sostener que durante estos últimos seis años y medio de su gestión "hubo muchos" conflictos laborales similares a los de la ex Terrabusi.
"Tiende a normalizarse definitivamente, no perdemos el optimismo. Nos vamos a reunir mañana a la tarde", indicó Tomada, quien explicó que en la "propuesta colectiva se clarifica el hecho de que la empresa no va a adoptar ninguna modificación laboral, ni habrá nuevos despidos".
Ayer, representantes de Kraft-Foods propusieron reincorporar a otros 20 trabajadores de los 160 despedidos semanas atrás, aunque como condición pidieron a los delegados gremiales un período de "paz social" de dos meses y terminar con los cortes de tránsito.
En diálogo con DyN, Ramón Bogado confirmó que "la mayoría" de los trabajadores se mostró a favor de avanzar con un acuerdo, pero aclaró que sólo se firmará si la reincorporación abarca "a los despedidos y no a los suspendidos, como en un momento planteó Kraft".
El sindicalista de base adelantó que, a las 7 de mañana, se hará "una nueva asamblea" en la planta para que los trabajadores de todos los turnos -al igual que lo hizo hoy un grupo a las 14- voten "si hay acuerdo".
"Creemos que hay acuerdo y nosotros no tendríamos inconvenientes en aceptar la paz social, pero lo que debe haber es la reincorporación de los despedidos", continuó Ramón Bogado, quien reconoció que aún quedará pendiente la situación de 21 empleados echados que aún continúan fuera de sus puestos de trabajo.
"Vamos a negociar por esos compañeros en el Ministerio de Trabajo, pero sin conflictos. Si se entregan los listados de la gente que vuelve a sus puestos de trabajo, sin trampa, no habría problemas para un acuerdo", concluyó Bogado.
