En el marco de esas acciones fueron cerrados 15 bares y pizzerías por "no contar con la licencia del REBA (Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas)" o "permitir la permanencia de menores solos".
También fueron cerrados seis kioscos por "expender alcohol fuera del horario permitido", explicó el gobierno bonaerense.
Asimismo, en otros operativos se secuestraron 8 vehículos en 180 controles de alcoholemia y el ministerio de Trabajo relevó 273 trabajadores en 50 establecimientos.
Los operativos, que se realizan los fines de semana, estuvieron a cargo de más de un centenar de inspectores de los ministerios de Desarrollo Social, Trabajo, Producción, Seguridad y Jefatura de Gabinete de la provincia de Buenos Aires.
Las acciones cuentan con la colaboración de los municipios bonaerenses.
Los operativos se realizaron mientras se encuentra a consideración de la Cámara de Diputados bonaerense el proyecto de ley, impulsado por el gobierno de la provincia, que establece límite horario para el cierre de los locales nocturnos y fija un horario para el cese de expendio de bebidas alcohólicas en esos ámbitos.
La iniciativa, que cuenta con sanción del Senado bonerense, busca reducir el consumo de alcohol de los menores de edad.
El proyecto fue rechazado por los dueños de los locales nocturnos en una marcha que realizaron el miércoles frente a la Casa de la Provincia, en la Ciudad de Buenos Aires, donde denunciaron que la propuesta pone en riesgo la actividad comercial que llevan adelante.
El 16 de septiembre, el Senado bonaerense aprobó el proyecto que impone restricciones horarias a los "locales y confiterías bailables, discotecas, discos, salas y salones de baile, clubes, dancing, cabarets y boites", según sostiene el texto.
Los comercios podrán admitir el ingreso de personas hasta la 1, deberán finalizar la venta de bebidas alcohólicas a las 4.30 y cerrar las puertas a las 5.30.
Los establecimientos incluidos en el texto tendrán un plazo de 90 días después de promulgada la ley para instalar cámaras de seguridad en los accesos y el registro deberá ser preservado por el plazo de 60 días, ante la posibilidad de ser requerido por las autoridades competentes.
Las restricciones no alcanzan a restaurantes, cantinas, cervecerías, cafeterías, bares, casinos, bingos, salas de juego y otros sitios públicos donde se desarrollen actividades similares.
El proyecto establece que no podrán venderse bebidas en envases abiertos que superen los 350 mililitros de capacidad ni expedirse "bebidas que por su fórmula se consideren energizantes y/o suplementos dietarios", para evitar el consumo de la conocida como "jarra loca".
La iniciativa fija multas de entre 5 mil y 30 mil pesos a los propietarios de locales que no cumplan con el límite horario y permite clausurar los comercios por el término de 30 días.
Asimismo, los dueños de los boliches donde se venda alcohol a menores de edad podrán ser sancionados con arresto de entre 30 y 90 días.
