Según fuentes judiciales citadas por Télam, en 11 de esas 12 violaciones hay pruebas irrefutables de ADN que determinaron que el perfil genético del detenido, Marcelo Angel Fasano, de 35 años, es el mismo que el identificado en las muestras de semen recolectadas en las víctimas. Las violaciones que se investigan fueron cometidas en su mayoría en Núñez, Palermo y Belgrano.
También está sospechado de varias violaciones en la zona norte del conurbano bonaerense, la mayoría en el partido de Vicente López, cometidas entre 1998 y 2001. Los hechos por los que Fasano quedó procesado son las causas más antiguas, ya que según la investigación, cometió ataques en dos períodos distintos: entre 1995 y 2001 y entre 2007 -cuando salió de la cárcel-, y 2009. Según los investigadores, entre 2002 y 2007 el acusado cumplió una condena en un penal bonaerense por robo con escalamiento.
En el primer período dejó rastros de semen, pero tras salir de prisión comenzó a violar con preservativo. Los detectives de la División Delitos contra la Salud de la Policía Federal creen que Fasano violó al menos a 51 mujeres en 42 hechos distintos, ya que en mucha oportunidades atacó a dos y hasta a tres mujeres en forma simultánea.
Incluso, con 12 años de diferencia, cometió dos ataques en el mismo departamento de Belgrano, donde en 1995 violó a una mujer y en 2007 regresó para abusar de la misma mujer y, además, de sus dos hijas. Los investigadores determinaron que estas 51 violaciones fueron cometidas por un mismo hombre.
El violador escalaba e irrumpía en departamentos ubicados entre el primer y el tercer piso de un edificio, siempre atacaba entre las 3 y las 6 de la madrugada, sorprendía a sus víctimas mientras dormían, las ataba de pies y manos y les vendaba los ojos para que no lo vieran. Además, elegía de los cajones la ropa interior que debían colocarse sus víctimas para la violación y siempre tenía olor a tabaco o fumaba delante de las mujeres. Pero además de un tatuaje, el sello más característico del "hombre araña violador" era una frase con la que intentaba calmar a sus víctimas: "No soy asesino ni violador, soy sólo un ladrón".
El hecho siempre empezaba como un robo, pero siempre terminaba en un abuso. Fasano fue detenido el 28 de agosto pasado en su casa de Escobar, donde convivía con su esposa, que está embarazada y es mujer policía. La investigación estuvo dirigida por los fiscales Martín Niklison y Horacio Amelotti.
La clave para identificarlo fue un teléfono celular que el 8 de enero pasado había robado a una de sus últimas víctimas: una estudiante belga que vivía en Guatemala al 6.000 de Palermo. Según la causa, Fasano le colocó a ese aparato el chip de la línea de celular que él solía usar de manera frecuente. Luego, la Policía descubrió que ese mismo número telefónico se había activado en las zonas y en los horarios donde se habían cometido otras violaciones.
Al ser allanada su casa, además, se encontraron objetos robados a las últimas víctimas, como una cámara fotográfica marca Nikon que ya fue reconocida por una docente violada en abril de 2008, en Cabello al 3300. Según la investigación, Fasano está sospechado de haber cometido 12 violaciones en Núñez, nueve en Palermo, ocho en Belgrano, tres en Saavedra, y otras seis en Recoleta, Villa Urquiza y Agronomía. Además, se le adjudican otras seis en Olivos, tres en Vicente López y otras cuatro en La Lucila, Florida, Martínez y San Fernando.
