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Declaró el policia baleado con fal cuando secuestraron a Belluscio

El juicio oral por el secuestro extorsivo de Pablo Belluscio, quien en 2003 estuvo 43 días en cautiverio en los que sus captores le cortaron un dedo, comenzó hoy con la declaración del policía bonaerense que resultó herido de un balazo de fusil FAL cuando capturaban a la víctima.
Belluscio, que luego del secuestro se fue a vivir al exterior pero ya regresó al país, no concurrió hoy a la primera audiencia del debate y se espera que declare recién en las jornadas finales de un juicio que se extenderá por lo menos dos semanas.

En tanto, ninguno de los cuatro imputados por el secuestro extorsivo, entre ellos el sindicado líder, Horacio "Lala" López (42), aceptó declarar en el comienzo del debate ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Isidro, integrado por los jueces Clarisa Moris, Luis Oscar Zapata y Lino Mirabelli.

Además de López, los otros acusados son Mario Leopoldo Ibarra (30), Alejandro Oscar Villagra (33) y Angel David Martínez (31), alias "El Chileno Manolo", quien pidió la palabra pero para aclararle a los jueces que su verdadera identidad era Víctor Manuel Valenzuela Becerra.

En los lineamiento iniciales, el fiscal de juicio Jorge García acusó a los cuatro de ser coautores de "secuestro extorsivo agravado por el uso de armas, por haber logrado el pago propósito, por la participación de tres o más personas y por haber causado a la víctima lesiones gravísimas", delito que tiene una pena de entre 10 y 25 años de prisión.

En tanto, Juan Manuel Molina, Luis Daniel Ojeda y Agustín García llegaron a juicio en libertad acusados de los delitos de abuso y tenencia de armas de fuego y resistencia a la autoridad, pero sólo García estuvo presente en el debate, por lo que los otros dos fueron declarados en rebeldía y considerados prófugos.

La primera audiencia del debate comenzó con una demara de más de dos horas por el retraso de uno de los integrantes del TOC, en una sala en la que además de los familiares de los acusados, estuvo presente Juan Carlos Blumberg, cuyo hijo Axel fue asesinado durante un secuestro extorsivo en marzo de 2004.

El testimonio más destacado de la jornada fue el del policía Walter Orlando Serrano, quien prestaba servicio en la comisaría cuarta de San Isidro, de Barrancas, y la noche del 22 de septiembre de 2003 realizaba un control vehicular cuando ocurrió el secuestro de Belluscio.

"Estaba en un control vehicular de rutina en la avenida Del Libertador y Perú, frente a un supermercado Norte, y escuché dos detonaciones de arma de fuego", dijo el efectivo, quien luego aclaró que corrió hasta una esquina en la que vio salir a toda velocidad un Volskwagen Gol rojo y otro vehículo tipo familiar.

Serrano explicó que desde el otro auto un hombre sacó la mitad de su cuerpo por la ventanilla del acompañante y comenzó a disparar con un fusil FAL.

"Busqué resguardarme en algún lugar, pero me hirieron en la pierna izquierda", dijo el hombre, quien además agregó que "los dos autos escaparon por Libertador rumbo a Tigre".

"Repelí la agresión. Hice fuego tres veces contra el primer auto y dos al segundo. Al Gol le rompí con los disparos la luneta trasera", agregó Serrano.

A pedido del fiscal García, Serrano observó a los imputados pero no pudo reconocer a ninguno de ellos.

"El que me quedó en la mente era el del FAL y tenía tez trigueña, rasgos del norte, como si fuera de Jujuy o Salta, y pelo lacio", describió el policía.

Los otros cuatro policías que fueron citados a declarar se caracterizaron por tener poca memoria y repetir hasta el hartazgo la frase "no me acuerdo".

Sobre el momento de la captura también declaró un remisero llamado Ramón Cardozo, ex miembro de la Armada, quien recordó que aquella noche se asomó a la ventanilla de la remisería al escuchar frenadas y segundos más tarde un par de disparos.

"Estábamos mirando televisión, caras no vimos ninguna, no vimos nada, sólo que un policía había resultado herido y bajamos a asistirlo. En la calle había quedado un auto abandonado y con las luces prendidas", dijo el remisero respecto al Kia del que los secuestradores capturaron a Belluscio.


También declaró Walter Herrera, un vigilador privado de una veterinaria ubicada en Malabia y colectora de Panamericana, que fue quien observó el momento en el que los secuestradores dejaron como prueba de vida a la familia, un video en el que Belluscio le imploraba que paguen el rescate.

"Se bajó una persona de un auto verde brillante y me dio la impresión de que se robó algo de una caseta de gas", dijo y fue lo único que pudo aportar el vigilador al tribunal.

El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta mañana cuando declaren más testigos de los 176 que hay programados para este debate.

Pablo Belluscio fue secuestrado el 22 de septiembre de 2003 cuando salía del complejo deportivo Perú Beach, de la localidad bonaerense de Martínez, donde practicaba hockey.

Durante el cautiverio, que se extendió por 43 días, los secuestradores enviaron a la familia un video en el que Pablo tenía marcados con números los dedos que le iban a cortar si no pagaban, y unos días más tarde mandaron dos falanges de su dedo índice derecho como un mensaje mafioso de presión.

El 3 de noviembre de 2003, la familia de Belluscio pagó 148.000 dólares de rescate, dinero que fue arrojado en una bolsa desde un tren en movimiento en Isidro Casanova, en el partido de La Matanza.

Al día siguiente, Belluscio fue liberado en Benavídez, partido de Tigre. El dinero pagado por el rescate jamás apareció.

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