Aníbal Fernández destacó que el alcohol y la pasta base de cocaína -conocida como "paco"- serán las dos sustancias que se combatirán con más énfasis en los proyectos que se presentarán en el Congreso para reformar la Ley de Drogas, que fue declarada inconstitucional la semana pasada por la Corte Suprema.
El funcionario destacó que en la encuesta realizada para estudiar el mapa del consumo de sustancias psicoactivas en la Argentina se detectó que el alcohol es "el principal problema" que hay "en las 24 jurisdicciones" del país, "no sólo en el área metropolitana".
"Los fines de semana (jueves, viernes y sábados) el primer problema en los hospitales es el alcohol, después los psicofármacos y por último los policonsumos", prosiguió el jefe de Gabinete, tras lo cual adelantó que la política para enfrentar ese flagelo será "implacable".
"Ya mandamos a hacer un spot para que en todo el país se monitoree, se siga de cerca, se sancione, se inhabilite y se clausure a aquellos que vendan alcohol a menores o estén fomentando el consumo de alcohol", afirmó Aníbal Fernández.
"Que venda alcohol el que esté habilitado para hacerlo y si no se cierra" el local que expenda bebidas a menores de edad o que no estén autorizados a realizarlo, consignó el jefe de Gabinete, quien reconoció que algunos sectores encargados de controlar esas conductas "a veces hacen la vista gorda".
"Hay que trabajar para que esto no ocurra más, todos tenemos que coincidir que así hacemos pedazos la juventud, hay que pensar cómo hacemos para darle a los pibes la posibilidad de divertirse al 100 por ciento sin la necesidad de pasar por un coma alcohólico", consideró.
La alarma oficial se encendió luego de que este fin de semana se difundiera una filmación tomada por una cámara de seguridad de un ataque a trompadas y patadas de cuatro jóvenes contra uno, en el centro de La Plata, que terminó con el agredido tirado inconsciente en el asfalto por no menos de 20 golpes recibidos en la cabeza.
"Esto no es ser fascistas ni derechoso", aclaró Aníbal Fernández, aunque afirmó que uno de los principales desafíos que tiene una política de endurecimiento del control del consumo de esas bebidas es combatir "la complicidad de intendentes, personal de fuerzas de seguridad o inspectores".
