En el "Tango de Escenario", los bailarines combinan movimientos clásicos del tango con figuras y aplicaciones de otras danzas como el ballet, y de disciplinas como la acrobacia.
"No lo esperábamos. Honestamente nuestra meta eran las semifinales. El mundial es una gran vidriera para abrir oportunidades de trabajo", dijo a la prensa Spitel, de 28 años.
Los campeones accedieron a un contrato para realizar una gira durante dos meses en Japón, además de los 15.000 pesos (alrededor de 3.800 dólares) de premio que otorga el gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
"Bailamos bien porque nos relajamos. Nunca pensamos en ganar el mundial", admitió Flores, de 20 años, con un ajustado vestido de terciopelo negro y pelo recogido.
Los también argentinos Cristian David Correa y Manuela Rossi quedaron segundos, mientras el local Cristian Andrés López y la japonesa Nao Tsutsumishita finalizaron terceros.
Los japoneses Hiroshi Yamao y Kyoko Yamao hicieron historia el sábado al convertirse en la primera pareja extranjera campeona de la categoría "Tango de Salón" en siete ediciones.
Lo relevante es que esta categoría es la que más se asemeja al baile popular que puede verse en las milongas tradicionales. Según el reglamento, diez parejas bailan en simultáneo, los bailarines no pueden separarse mientras dure la música y deben trasladarse constantemente en el sentido contrario al de las agujas del reloj.
El segundo puesto fue para los colombianos Edwion León Medellín y Jennifer Arango Agudelo, y el tercero para los argentinos Jorge Mariño y Sara Parnigoni.
Hiroshi y Kyoko Yamao se conocieron bailando tango en Tokio y se casaron. Esta fue su quinta participación en el mundial de Tango.
El tango surgió en el río de la Plata a fines del siglo XIX en los suburbios de Buenos Aires y Montevideo, Uruguay, y lentamente fue ganando el favor de públicos más sofisticados hasta llegar a ser una atracción en Europa, Estados Unidos y Japón. (AP)
