El partido estaba para el empate, pero una acción afortunada de Franzoia sobre el final le permitió a los visitantes llevarse un festejado triunfo que les da más oxígeno en su lucha contra los promedios del descenso.
En el primer tiempo dominaron las imprecisiones. El vértigo y el gran despliegue de los jóvenes de Rosario Central impuso el ritmo del partido sobre, por momentos, la pasividad del conjunto anfitrión.
El buen trabajo de sus volantes y especialmente del capitán Jesús Méndez en el equipo de Ariel Cuffaro Russo complicó a Tigre. También fue destacable la incansable labor de sus delanteros impidiendo la salida clara de los defensores locales.
Tigre nunca se sintió cómodo en el juego y sólo pudo generar peligro a partir de las escaladas simpre punzantes de Matías Giménez, sobre la izquierda del ataque.
A los 3 minutos, y tras un córner de Méndez, Gervasio Núñez ensayó un defectuso remate que Gabriel Castillejos casi empuja al gol.
A los 16, luego de un tiro de esquina desde la izquierda ejecutado por Giménez tuvo su chance el local, pero el cabezazo de José Manzur se fue rozando el palo derecho.
A los 19 llegó la apertura para el local, cuando Diego Chitzoff cometió una infantil falta dentro de su área tomando a Carlos Luna, quien estaba de espaldas al arco, y Martín Morel lo transformó en gol.
Poco duró la alegría para los de Diego Cagna, porque dos minutos más tarde un córner de Méndez desde la derecha fue conectado por Emilio Zelaya ingresando por el centro del área chica y la empujó al gol.
De ahí en más el partido entró en una dura lucha en procura de adueñarse de la zona media, pero ambos carecieron de profundidad.
En el complemento se mantuvo el panorama de cierre de la primera etapa. La paridad se mantuvo no sólo en el resultado, sino también en el desarrollo del juego.
Central intentó imponer su ritmo otra vez, pero careció de precisión en los metros finales. Por su parte, en Tigre, el andar cansino de Morel y Castaño en el medio le facilitó la tarea a sus rivales que siempre lograron imponer la marca.
A los 24 minutos, tras un córner desde la derecha de Méndez, ganó Guillermo Burdisso de cabeza, pero San Román en la línea evitó la casi segura caída de su arco.
Tigre, intentó algunos remates de media distancia de parte de Giménez, pero sin peligro para el seguro Broun.
Y cuando parecía que el marcador no se modificaba, apareció Franzoia para anotar un inesperado gol que desató la alegría en medio Rosario.
