Sin Lionel Messi, quien se quedó afuera del amistoso por una contractura, Argentina construyó una buena victoria y en líneas generales resultó superior al equipo ruso, aunque en algunos pasajes del primer tiempo vio cómo el rival le manejó la pelota y le impidió progresar con claridad al ejercer una incesante presión en el mediocampo.
El amistoso, último banco de prueba para el choque del 5 de setiembre ante los brasileños, en la cancha de Rosario Central, dejó algunas señales positivas para el conjunto argentino, como las auspiciosas actuaciones de Agüero y Jonás Gutiérrez, y como los aciertos de Maradona en los cambios.
Por lo pronto, el segundo y el tercer gol fueron señalados por López y Dátolo, dos jugadores que convirtieron en las primeras pelotas que tocaron al ingresar en la etapa final.
La primera llegada clara tuvo lugar a los 13, cuando Diego Milito robó una pelota, se la dio en profundidad a Agüero y el zurdazo del "Kun" fue mandado al córner por el arquero Igor Akinfeev, aunque el árbitro belga Frank De Bleeckere cobró saque de arco.
Rusia llegó al gol en su primera situación de riesgo: sobre los 16, Semshov llegó vacío por la derecha y metió un derechazo cruzado. El volante ruso se filtró por el sector que tenían que custodiar Nicolás Otamendi y Gabriel Heinze, y aprovechó para sorprender al fondo argentino.
Rusia ejerció una sostenida presión en la mitad de la cancha y a Argentina le costaba encontrar profundidad. Pero los rusos comenzaron a retroceder de a poquito y entonces comenzaron a aparecer las ocasiones de gol.
Un cabezazo de Maximiliano Rodríguez atajado por el arquero, un frentazo de Nicolás Burdisso que pasó apenas afuera y un buen intento de Agüero que terminó en las manos de Akinfeev actuaron a modo de aviso de lo que llegaría en el último minuto de la etapa inicial.
Heinze pasó al ataque y sacó un centro que fue rechazado por un defensor. Afuera del área y de frente al arco, Agüero primero la paró y después sacó un derechazo impecable que dio en el palo izquierdo y se metió.
En el descanso, Maradona metió tres cambios y uno de ellos le dio un gran resultado de inmediato: apenas habían transcurrido treinta segundos cuando López convirtió con un zurdazo cruzado tras recibir del también ingresado Emiliano Papa y eludir a un rival.
Rusia se desordenó, comenzó a dejar espacios atrás y sobre los 13 llegó el tercero: Agüero encabezó una contra, hizo la pausa y habilitó a Dátolo, quien convirtió con un zurdazo bajo.
Cuando el partido había caído en un pozo, los rusos descontaron a través de una jugada fortuita, sobre los 32: tiro libre de Pavlyuchenko que se desvió en la barrera y sorprendió a Andújar.
La victoria argentina no corrió riesgos y los jugadores y Maradona celebraron con los puños cerrados, en lo que pareció un desahogo luego de la caída de hace dos meses ante Ecuador, por las Eliminatorias.
