Este virus se está propagando en el mundo a una velocidad "sin precedentes" respecto a otras epidemias, había señalado el viernes la OMS, que incluso ha renunciado a suministrar estadísticas globales sobre las personas contagiadas.
Esta decisión está parcialmente motivada por "los síntomas moderados de la aplastante mayoría de los pacientes, que a menudo los sufren durante una semana sin tener que recibir tratamiento médico".
La OMS explicó, además, que la contabilización de los casos no es esencial para evaluar los riesgos o para controlar la aparición de la enfermedad en países hasta ahora no afectados.
La organización también exhortó a los países afectados, que a principios de julio eran 125, a comunicar cualquier tipo de cambio que se de en el virus y que pueda hacerlo más potente.
En este sentido, los países afectados siguen señalando a la agencia de la ONU los casos más graves que se registran en sus territorios, así como las muertes confirmadas, precisó la portavoz, Aphaluck Bhatiaseve.
Entre 250.000 y 500.000 personas en todo el mundo mueren cada año de la gripe normal, según datos de la OMS. (AFP)