Una nieta del matrimonio concurrió ese día a la casa de sus abuelos para visitarlos y estuvo un largo rato tocando el timbre y golpeando la puerta, pero nadie salió.
Como se trataba de una vivienda alquilada, la joven, de 30 años, se comunicó con el propietario pero el hombre tampoco pudo abrir la puerta y entonces ambos decidieron llamar a la Policía ante la presunción de que algo grave había sucedido.
Luego de que efectivos de la comisaría primera ingresaran al lugar tras derribar la puerta, hallaron al matrimonio acostado en la cama: la mujer tenía un balazo en la sien izquierda y su esposo en la derecha.
Además, el hombre aún estaba con un revólver calibre 32 en su mano derecha y se determinó que los dos balazos salieron de esa arma.
"Lo que desgarra el corazón es que los abuelos habían colocado un plástico para no manchar el colchón con sangre y en la mesita de luz estaban los documentos de identidad y los carnés del PAMI de cada uno, como para no causarle molestia a la familia", dijo a Télam el inspector Darío Ibáñez, de la Policía Distrital de San Miguel.
Ibáñez dijo que, de acuerdo con los dichos de la nieta, la mujer padecía de demencia senil, el hombre de una enfermedad terminal y habrían decidido quitarse la vida para no seguir sufriendo.
"Empezaron su vida juntos y decidieron terminarla igual", agregó el jefe policial, quien explicó que la autopsia confirmó que se trató de un suicidio y descartó otras posibles hipótesis.
El caso quedó a cargo de la fiscal Tamara Vaisman, de la UFI 18 descentralizada de Malvinas Argentinas. (Télam)
