"Desde la provincia de Buenos Aires -dijo- estamos trabajando durante todo el invierno", y admitió que existe la preocupación ante la posibilidad de que "durante el verano se introduzca un nuevo serotipo y no hay en la población anticuerpos suficientes como para contrarrestar la enfermedad".
Masana Wilson insistió en la necesidad de que en cada hogar se trabaje para eliminar los recipientes donde se pueda acumular agua y recordó que "para el dengue no tenemos vacunas".
"En la provincia hubo un pico que pasó, ahora estamos descendiendo en las consultas y estamos esperando que este virus nos muestre otra faceta de su impredecible circulación y que aparezca una segunda oleada", agregó.