Fuentes gubernamentales aclararon que la emergencia se declararía, en principio, en la Capital y la provincia de Buenos Aires, los dos distritos más afectados por la influenza.
Hasta el viernes, había en el país 1.587 personas infectadas con el virus A (H1N1), 70 de los cuales se hallaban internados en salas de cuidados intensivos, mayoritariamente en Capital Federal y provincia de Buenos Aires.
"La emergencia no significa que cerremos todo, la emergencia es un marco de referencia para poder disponer la compra de insumos por compra directa o disponer movilizar personal" como los médicos jubilados, explicó ayer el funcionario.
Zin dijo, no obstante, que no tiene razón de ser el cierre de colegios y lugares de concentración masiva, como estadios de fútbol y shopping, para evitar la propagación de la enfermedad.
En cambio, consideró que la declaración sería "un buen marco de referencia para tomar decisiones rápidas".
"El decreto (de emergencia) permite, como funcionario, actuar de un modo mucho más rápido. Es más fácil trabajar bajo la referencia de una emergencia porque permite tomar decisiones rápidas", insistió.
En declaraciones radiales, Zin sostuvo que "la gente también tiene que asumir que alguna cosa tiene que hacer para protegerse".
