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Dan a conocer la pena para los asesinos del policía Aldo Garrido

El Tribunal Oral en lo Criminal 5 de San Isidro dará a conocer éste martes el monto de la pena contra Néstor Luque y Débora Acuña, declarados culpables por el "homicidio calificado" del policía Aldo Garrido, ocurrido en febrero último en el norte del Gran Buenos Aires.
El fiscal del juicio Eduardo Vaiani y el abogado Marcelo Rochetti, en representación de la viuda de la víctima, Marta Barberis, solicitaron la pena de prisión perpetua para los imputados.

Durante el juicio los acusados reconocieron haber baleado al policía, aunque sostuvieron que fue en un forcejeo y que no tuvieron la intención de matar.

La semana pasada, el tribunal encontró culpables a Luque (29 años) y Acuña (30) por el "homicidio calificado" de Garrido y este martes se definirá la pena que les impondrán. El ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, quien presenció la audiencia donde se anunció el veredicto condenatorio, dijo estar convencido de que la pareja recibirá la pena de perpetua porque "está probado cómo ocurrió este salvaje homicidio".

La viuda del policía dijo que los asesinos actuaron con ensañamiento y que su intención "era verlo muerto".

"No se les escapó el tiro. El (por Garrido) peleó hasta el final, tenía la cabeza destrozada, querían verlo muerto. Eran una máquina de matar los dos", consideró.

La mujer explicó que decidió presenciar las audiencias del juicio porque lo "necesitaba y quería conocer" a los acusados del crimen.

"El martes próximo, cuando termine todo, veré cuál será mi reacción final", añadió Barberis, quien relató que en estos días de juicio se pudo ver "el dolor físico que sufrió Garrido".

Garrido (61) fue asesinado el 17 de febrero pasado cuando recorría la zona comercial de San Isidro. Allí vio una situación sospechosa en un negocio de la firma "Kevingston", de Chacabuco 361, de esa localidad.

El policía notó que las dos empleadas no estaban y lo atendió Acuña, que estaba embarazada.

El agente sospechó y se dirigió hasta el fondo del negocio. En ese lugar apareció Luque, que le descerrajó dos balazos en el vientre con un revólver calibre 32. Garrido cayó y fue rematado con su propia arma por la mujer.

Barberis recordó a su marido como "una buena persona" y reconoció que siente "un vacío terrible" tras la muerte del policía.

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