Serrano se convirtió en el tercer policía bonaerense ultimado por delincuentes en lo que va del año en La Plata y el séptimo en toda la provincia de Buenos Aires en el mismo período.
El hecho ocurrió anoche alrededor de las 21 en una casa de la calle 15, entre 37 y 38, adonde entraron al menos tres ladrones y redujeron al contador Gustavo Solá, a su esposa, Alejandra Butín, y a la hija del matrimonio que se encontraba acompañada por su novio, abogado e hijo de un juez de paz de Berisso, según indicaron fuentes policiales.
De acuerdo con lo explicado a la prensa por el jefe policial Paggi, Serrano recibió "siete disparos por la espalda, a mansalva, arteros, como lo hace sólo un cobarde". Serrano no había alcanzado a ponerse el chaleco antibalas, aparentemente por la premura de intervenir. Contó Paggi que los malhechores estaban "adentro de una casa" y que "es posible que hayan usado un Renault 9 que luego abandonaron" para llegar hasta la finca.
También señaló que "habría un tercer hombre que es el que arremete a este efectivo desde atrás, y luego le efectúa el resto de los disparos".
Según la reconstrucción que hizo de los hechos, un vecino llamó al 911 después de que se activó la alarma de una casa, poco antes de las 21.
Un patrullero -en el que estaban Serrano y el suboficial Pablo Ferreyra- fue hasta el lugar, y cuando llegó "les abre la puerta uno de los ladrones con la señora como escudo humano". Y con una pistola le estaba apuntando a la cabeza.
Enseguida los malhechores empezaron a descerrajar "disparos de armas de fuego y los policías se parapetan y no repelen porque podría llegar a herir a la mujer".
Los ladrones dejaron libre a la mujer arrojándola contra los policías y huyeron. Se produjo un tiroteo al cabo del cual Serrano fue baleado y rematado cuando estaba en el piso.
Los ladrones aprovecharon la desesperación por asistir al herido y escaparon a la carrera hasta la esquina de 15 y 37, donde intentaron robarle el auto a un hombre que logró huir, porque pese a que le dispararon no dieron en el blanco.
Fuentes policiales agregaron que los ladrones, al no tener éxito, continuaron la fuga a pie y a las pocas cuadras robaron un auto Chevrolet Corsa, con el que finalmente huyeron.
En tanto, Serrano fue trasladado a un centro asistencial donde murió cuando era asistido.
La policía realizó un rastrillaje en la zona que le permitió localizar un Renault 9, estacionado en la esquina de 15 y 35, usado por los delincuentes para llegar al lugar del tiroteo. Los investigadores determinaron que era robado.
Durante el rastrillaje los policías encontraron -en la calle 16, entre 36 y 37- dos pistolas que arrojaron los ladrones durante la fuga. Una de ellas pertenecería al policía asesinado.
Serrano había nacido el 31 de diciembre de 1964 en la ciudad de Berisso e ingresó a la policía a principios de 1987.
Trabajó en el ámbito de su ciudad natal y desde 1989 estuvo en distintas dependencias de La Plata.
Su último destino fue la comisaría 2da. de La Plata, donde estaba desde agosto de 2001, y había ascendido a subteniente el 1ro. de enero de 2008.
Vivía con su esposa e hijos en el Barrio Obrero de Berisso, ciudad en la que hoy fue enterrado.
Entre los casos de policías asesinados este año figuran los del teniente Aldo Garrido en San Isidro; el sargento Leonardo Melizza, en San Martín; el subteniente Claudio Santillán, en Quilmes, y el subteniente Miguel Martínez, en Olmos.
