Iglesias y Campos pidieron las penas en la primera jornada de alegatos del juicio por la tragedia de Cromañón.
Iglesias explicó ante el tribunal oral criminal 24 que Chabán sabía que una tragedia de magnitud podía ocurrir porque el 30 de diciembre de 2004 advirtió al público que no utilizara pirotecnia ya que el local se podía incendiar.
"No detuvo el recital y es una omisión muy grave. Con el micrófono en la mano no dirigió la evacuación de los asistentes. El sabe donde están las puertas, el público no", dijo Iglesias.
También le imputó a Chabán que sus 20 años de experiencia como organizador de recitales le daban la pauta de los riesgos que un evento de esas características tenía y por lo tanto los recaudos que debía guardar.
El letrado también sostuvo que en Cromañón había elementos combustibles, que se mantuvo cerrada con candado la puerta de emergencia y que había el triple de gente que la capacidad máxima de 1.031 personas permitía el local.
Respecto de Villarreal, Iglesias señaló que permitía el ingreso de personas "en exceso de la capacidad razonable del lugar", además de que muchas de ellas entraban sin ser revisadas.
"Era la mano derecha de Chabán", dijo sobre Villarreal por lo que tenía un "rol con capacidad decisoria" para evitar la tragedia, precisó.
Iglesias sostuvo que "Villarreal era consiente de las faltas y contravenciones" que había en Cromañón.
La querella de Iglesias y Campos continuaba esta noche con los alegatos contra el resto de los imputados, entre ellos los ocho integrantes del grupo de rock Callejeros.
