Unas conmovedoras palabras de Isabel Zwanck, hija del homenajeado, que por su avanzada edad no se atrevió a hablar en público, hicieron que más de uno de los presentes se emocionase. Además, se acercaron vecinos y viejos pacientes que testimoniaron lo realizado por el Doctor Zwanck a lo largo de su larga carrera de médico, destacando su persistente compromiso con los vecinos, en tiempos en que la mayoría de las calles de Tigre, apenas estaban asfaltadas, llegando a lugares que en aquellas épocas resultaban inaccesibles.
La jornada, fue un merecido homenaje a un hombre que a lo largo de su extensa vida, hizo de la solidaridad y la hombría de bien su modo de vida.